miércoles, 7 de noviembre de 2007

Y ahora juzgados del corazón

Pobres jueces, tanto estudiar para al final tener que decidir sobre las dichas y las desdichas de Jaime Martínez-Bordiú y Ruth Martínez, sobre el correo amoroso de la ex viuda de España y su ex alcalde, e incluso de la vida sexual de Pipi Estrada y una de sus ex, con la que según contó se portó como un machote –como mandan la necesidad de autopromoción, el marketing, la tradición y la Santa Madre Iglesia- y con la que tuvo una vida conyugal intensa, intensísima, tatuajes aparte. Yo si lo siento por alguien es por Antonio David, el ex guardia civil más conocido de La Transición después de Antonio Tejero, el de “al suelo todo el mundo, coño”, al que lo quieran o no habrá que hacerle un hueco en la Ley de Memoria Histórica. Cierto que a Estrada le faltó la procreación con su ex-, y eso quita puntos ante el clero, que si no ya se imaginan, hasta le hubieran dado un trabajillo en la COPE, pero claro en aquel entonces don José Luis no se hacía cargo de los gastos del bautizo. Y eso se notaba. ¡Qué bonito: ZP padrino de España para dolor de barriga de Mariano y amistades! O menos, que eso nunca se sabe.
A los jueces, lo decíamos al principio, les ha caído una buena. Y no debe ser fácil dirimir qué es verdad y qué mentira -por un poner- en la vida de Anita y su polaco, por ejemplificar, y es que ambos tienen un vigilante togado que vela por su pública intimidad. ¿Por cierto, será verdad lo que dijo Jesús Mariñas de que ese tal Bin Laden que todos buscan quiso alguna vez pretender a la muchacha más famosa por dedicar su juvendud a estudiar a la mosca del vinagre? De mosca a mosca cojonera y tiro porque me toca; el alma, deben entender.
Pero fíjense –volviendo a esas cosas de la justicia- que Anita la fantástica –palabras cariñosas de mamá- demandó, por pleitear que no quede, hasta a Teresa Bueyes, la que dicen auténtica y prestigiosa abogada de los famosos. Y lo mismo con su secretaria, e igual con... Con tanto pleito ya no le debe quedar tiempo para escribir guiones de éxito.
Pero a mí lo que me preocupa es el amontonamiento en los juzgados del corazón. Y es que no debe ser fácil discernir si Cristina Rapado es hombre, mujer o un primo de ET venido a menos y al que le han asignado una misión especial en Marbella. Como tampoco si los malayos son héroes o villanos, especuladores o niños y niñas prodigio, o si las ex de don Julián, el tabernero de Arenas endiosado por el difundo don Jesús, lo hacían todo por amor, o en realidad dedicaron su vida y su obra a la caridad y al altruismo, casi como hicieran durante su reinado las Chaneles –un grupo, con la excepción de Carlos Fernández, que parece ser ha cancelado ya sus galas-. Carlitos sí que anda perdido de la justicia y de la mano de dios. Santo varón. Pero no me negarán que una vez devueltas todas estas glamourosas personas a sus singulares vidas, con sus citaciones para firmar cada mes marcando agenda, y con unas declaraciones pendientes que no cobrarán como exclusivas, todo ha entrado en un compás de espera gris y anodino en el que unos se pudren a la sombra y otros y otras se tuestan al sol, y hasta asisten a fiestas de guardar, como en los viejos tiempos, porque –ya lo saben- habrán perdido el poder, pero la clase, esa, como la copla, se lleva en la sangre.
Yo, ahora que todos están prometo que te prometo con la carrera de la judicatura, espero que don José Luis o don Mariano prometan juzgados específicos para el corazón. ¡Esos sí que son necesarios y no esas cosas que anuncia el otro don Mariano, el ministro de Justicia de nuestra querida España! No sabe su señoría la lista de espera que se le está montando.
Pobres jueces
Pobres jueces, fíjense que han tenido que deliberar hasta (por aquello de El Jueves, que dios les mantenga la ironía y la real gracia) si los príncipes y las princesas hacen esas cosas que vos y yo sabemos. Pero a la vista está que no, que uno como el buen fiscal sabe que los príncipes a lo más se convierten en rana, y cuando dice El Corte Inglés que ha vuelto la ilusión, llevan a su niñita a la guarde. Y por dinero –que era lo que decían los de El Jueves- menos. Pobrecillos, pues no creo que en el tránsito de rana a princesa o de sapo a príncipe se disfrute tanto. Claro que algunos disfrutes son de gente vulgar, casi como bañarse en el Mediterráneo con un bikini como una Obregón cualquiera. Cierto que doña Leti no tenía que meter barriga.
Pobres jueces tener que poner los puntos sobre las íes del corazón y otras veleidades y además impartir justicia. Si Salomón levantase la cabeza, les aseguro que se iba a La Noria y ponía de vuelta y media a esa muchacha de la venda en los ojos. Mira que ponerse una venda con las gafas tan monas que venden a pares y a juego.

jueves, 25 de octubre de 2007

Una mentira cómoda

Quizá Mariano Rajoy, cuando contó la boutade de su primo el físico, no tuvo el valor de llamar a las cosas por su nombre, y le dio miedo referir el negocio que se trae entre manos el fornido Al Gore, que yendo esto como va, más parece el primo de Zumosol que otra cosa. Mariano lo dejó caer y con razón, como si lo de Al Gore Sociedad Anónima fuese una breva en tiempo de higos. Y es que al candidato americano lo que le faltaba, si era algo para vendernos una tostadora nuclear, era el Nobel, ese galardón que es capaz de premiar con el pretexto de la paz, lo mismo a un vendedor de armas en tiempos de la guerra fría, que a un telepredicador que vende glaciares con imágenes rebozantes de derechos de autor. Y no es que yo diga que no sea verdad lo que profetizan, pero también habrá que decir que en este circo hay mucho hombre de negocios, bastante abogado suelto pero muy pocos científicos.
Y lo peor es que aquí, entre meapilas, brokers y advenedizos, le están haciendo al fantasma la cama como jamás se la hicieron a nadie por eso de la ecología. Todo lo contrario que a los antisistemas que han sufrido cuando menos represalias y denuncias, además de las consiguientes caricias de las fuerzas de orden público. Claro que los unos quieren cambiar el mundo, porque saben que lo que lo está destruyendo es el cada vez más acuciente desnivel en el reparto del bienestar y la riqueza; y los otros, los televendedores, a lo más aspiran a mantener este sistema mundializado que controlan las transnacionales y cuando más a cambiar una bombilla y rezar un par de oraciones; que es resumiendo el planteamiento regenerador de Gore y allegados, que tienen en nuestro país como cabeza visible al consultor canario Juan Verde -¿habrá registrado también su nombre y apellido?- un ex asesor de Bill Clinton y actualmente de su sufrida y aspirante esposa. Verde que te quiero verde dirige en nuestro país un lobby afín al Partido Demócrata en España, el Public Administration Strategy Solutions (PASS), algo así como una administradora pública de estrategias y soluciones; unas soluciones que para la ocasión se mueven de la mano de la Harry Walker Agency, una de las tantas gestoras de famosos, capaz –por dinero baila hasta el perro- de sentar a tu mesa lo mismo a Cherie, esposa de Tony Blair, que a un doble de ET con permiso de su creador.
Menudo chollo el que mueve al prohombre mundo arriba mundo abajo –la verdad es que mayormente por el Norte- a base de avión privado. Un avioncito que no consumirá seguramente mucho más que un mechero. No extrañará tampoco que este ecologista modelo mantenga una casa en Nashville (Tenessee) con 20 habitaciones, ocho baños –casi como nuestra Preysler- y una vivienda anexa para invitados, en la que en 2006 gastó unos treinta mil dólares en electricidad, veinte veces más que una familia normal.
Maldito parné
Nuestro míster Z, por boca de los responsables del Ministerio de Medio Ambiente, parece ser que promete comprar 30.000 copias del manido documental para distribuirlo entre los colegios de España. Y ya puestos, servidor propone que Bono, el suegro de Raphael, interceda ante el Santo Padre para la canonización de este último mesías. Señor, señor... ¿Se imaginan cuánto hubiésemos ahorrado en plásticos y energía si el documental se pudiese bajar libre de cargas en internet?
Claro que en aras de lo políticamente incorrecto y de la vergüenza que nos da a todos poner en evidencia lo evidente, a defender la tierra del apocalipsis cobrando 240.000 euros, gastos aparte, (fue lo que se dijo cobraba por su presencia en las Islas Canarias en junio de este año) se apunta cualquiera. Y si lo que se cobra son 175.000 dólares “más viáticos de él y sus colaboradores”, que fue lo que publicó El Universal de México como sus honorarios por largar el sermón en Méjico DF, también. A eso sí que se le llama llevárselo calentito, como el planeta.

lunes, 15 de octubre de 2007

Ni los toros son lo que eran

José Tomás, el Sabino, se ha ido a México y ha largado lo que nadie esperaba. Embistió con toda la fuerza de las palabras (lo que tiene más inri viniendo de un tío tan callado) contra su colega Enrique Ponce, que en ese momento estaba –supongo- leyendo el Hola!. Y es que José Tomás ha dicho que el otro no se arrima. Y todos hemos entendido que será a los toros, porque a su Palomita sí que lo haría; aunque fuera para explicarle la parábola de la semillita. José Tomás ha abierto la boca y ha subido el pan. Apunten a otro culpable. Lo malo es que eso de no arrimarse está muy extendido en el gremio y nadie ha explicado el sentido del ensañamiento. Dios sabrá la razón de este diestro que, aunque no es Sánchez Mejías, aquel torero que escribía obras de teatro y ripios en los aledaños de la Generación del 27, igual termina inspirando a don Joaquín para que le escriba un pasodoble.
Y en esas se nos fueron Suárez Illana, que fuera subalterno de Chema en La Mancha, y Jesús Janeiro, que se nos fue matando, con mucho trabajito, a un bocel de nombre “Estafador”. Con este nombre lo mejor es no decir nada. Lo suyo fue en la plaza zaragozana de la Misericordia el mismo día que le pitaban en Madrid a don José Luis los mamporreros –si la palabra la emplea Luis del Olmo será la correcta- de Mariano y allegados.
Misericordia se llamaba la plaza y sabe dios que la tuvieron los maños que, a pesar de lo deslucida de la tarde, se comportaron como el respetable que eran. En el adiós hubo lágrimas, brindis al apoderado y desgana. Y es que Jesús tampoco se arrima como antes, por lo menos a los toros. En la despedida no estuvieron ni Belén, su ex de referencia (aunque nunca fuese gran cosa), ni su papá que ahora dice que no, que de bodas con “la Angelita” ni pensarlo, que habrá que esperar a que el mercado de las exclusivas se recupere, que el presupuesto del año se lo llevaron el niño de la baronesa y su amazona. Papá Janeiro no se casa, pero sepan que por si las moscas, Camila –una de sus ex más abnegadas- le advirtió que se pusiese el chaleco antibalas (el antipicos y palas lo lleva puesto hace ya mucho tiempo) porque ella estaba por hacerse notar.
El torero de Ubrique, que en tiempos llenó de bragas los tendidos y de corridas su currículum, se nos ha ido con la taleguilla a otra parte. El torero, antes de irse del todo, se ha “paseado” por las plazas amigas recogiendo el aplauso sin contemplaciones de la afición. En su Ubrique natal de seis toros seis, el garboso caballero español cortó 11 orejas y 3 rabos, es decir, que dejó una oreja para que en el matadero se la comieran con papas. Un éxito. Y además uno de los toros, el de la divisa de José Luis pereda, se portó tan bien que fue premiado por su compostura con la vuelta al ruedo tras el arrastre. ¿De qué le serviría al pobre?
Lo mejor de la tarde fue cuando don Jesús dedicó uno de los toros de la tarde al amor de su vida, a María José Campanario: “Espero estar contigo el resto de mi vida”. ¡Olé tus guevos!, coreó una espontánea que no era ni siquiera prima de la Pepa. Sepan que hasta Víctor Janeiro, el torero de la saga que nos quedará cuando don Jesús se vaya, podría haberse corrido de gusto.
Aunque para gusto el de El Juli que el último viernes se casó con Rosario Domecq después de mucho sufrimiento, porque hay familias y familias. El torero y la relaciones públicas. Nada del torero y la folclórica. Esto de los toros ya no es lo que era.

5 cogidas 5

Y menos mal que Cayetano hizo un paréntesis en eso de las corridas. Ya sumaba 5 cogidas 5. La última en Albacete, plaza de medio pelo, como casi todas las que ha pisado el diestro, y en la que un astado le metió en limpio, cuando el intentaba los capotazos, 15 centímetros -por lo menos- en su cuerpo modélico. Lo triste, digan lo que digan los voceros rosas, es que el niño de la difunta Carmina está pagando lo verde piando que se ha metido en estos fregaos; sabiendo que el cornúpeta no es ni fotógrafo ni modistas, ni siquiera paparazzis, especies entre las que se mueve con más naturalidad. Es como si no quisieran darse cuenta de que al mozo, que tomó la alternativa por vía de urgencia, le sobra ímpetu pero le faltan tiempo y arte –además de poses- en la arena. Esperemos que la pausa responda a esa conciencia porque torear no es sólo hacer el paseíllo y dar un par de manotazos de película con Adrian Body de testigo. Así que mejor de modelo, aunque siempre te puede pillar la anorexia, pero vamos, ya eso sería mala suerte.

miércoles, 10 de octubre de 2007

El rey del porno

Aunque mi rey siempre lo fue Ramón, aquel del pollo frito, he de reconocer que Nacho Vidal, reina en otros espacios, incluso a pesar de las acusaciones que lo calificaron de presunto maltratador. Y eso que su majestad anunció que dejaba de consolar a su audiencia y que dedicarría su cetro a otros menesteres. Para irlo despidendo hace unos días, en el recinto de La Farga de L’Hospitalet, el XV Festival Internacional de Cine Erótico de Barcelona, le rindieron un homenaje proyectando los títulos más emblemáticos de su corrida –quise decir carrera- como actor. Un festival, para que vean, cuánto de real está siendo la integración de la mujer en todos los órdenes, que presenta como principal novedad el dedicar más espacio a las tales que, como dijo José María Ponce, portavoz del invento, “están reclamando muchos aspectos propios de su sexualidad”. Y créanselo, porque servidor –de natural despistado- hasta se había dado cuenta leyendo AR. Pregunten si no a Maskaman, el mesías del porno, que con confesionario propio, tiene una lista de espera que ni se imaginan.

El ejemplo chileno

Se nos debería caer la cara de vergüenza, aunque sólo fuese porque allende los mares los dictadores, familias y allegados, no tienen la carta de libertad que en nuestra querida España. Aquí, en la casa del señor, el problema de los grandes partidos parece ser que se resume en un video con habitantes de pijolandia y otros reinos -¿Me denunciarán por decir eso de “otros reinos”?-, cuando además ya saben que ejemplares de la especie los hay en una y otra casa, porque la política y los años en el poder o sus aledaños, dan para mucho y para más.
Pero yo no tenía interés en hablar de esas cosas y esos videos. Quisiera quedarme con otro héroe de nuestro tiempo, Carlos Cerda, que es cómo se llama el juez que en cincuenta y cinco páginas de pura literatura de la memoria histórica y de la justicia, ha mandado a casita –bajo fianza y vigilados- a Lucía Hiriart, viuda de Augusto Pinochet, y a sus hijos Augusto –por papá-, Lucía –por mamá-, Verónica, Jacqueline y Marco Antonio, además de a un puñado de civiles y de militares, acusados de presunciones fundadas de que los procesados tuvieron participación en el desvío de dinero, hacia cuentas personales del dictador, que dios lo tenga donde menos moleste. Por eso la presidenta Michelle Bachelet se permite decir que en su país “nadie está por encima de la ley”, algo que parece imposible en España donde, hasta entrar en el Pazo de Meirás es una odisea en la que están poniendo orden los jueces. Un país –el nuestro- en el que se ha vendido una transición modélica, que lo será porque todos sabemos que los hijos y acólitos del Movimiento y del Régimen, en cuanto hubo ocasión se cambiaron de acera sin problemas aparentes, y después hasta gobernaron estados, reinos de taifas, grupos de comunicación o grandes empresas, y todo sin el más mínimo pudor. Y lo que fue mejor: casi todos mantuvieron contactos, prebendas y capitales; como debe ser. Por eso no se extrañen que hoy sigan subidos en el tren y que no les afecten ni las subidas de interés. Y es que en Suiza no saben que el Banco Central Europeo existe. Y además todos perdonados por la gracia de Dios y con la ayuda de una transición ligera de equipaje, que diría mi querido don Antonio. A eso debió referirse aquel servidor gris que fue Carlos Arias Navarro cuando lo anunció todo “atado y bien atado”. Ya ven, hasta nos ataron a una monarquía parlamentaria de difícil legitimidad histórica, mientras que el gobierno legal de España desaparecía por inanición y olvido en el exilio mexicano. Y aquí borrón y cuenta nueva, para que los descendientes del dictador, primos y primas incluidos, pudieran gozar, no sólo de título nobiliario, que da mucho caché en las fiestas del gobernador, sino además de una importante herencia fuera y dentro de España, como corresponde a las grandes fortunas. Por lo demás ahí los tienen como protagonistas endiosados que lo mismo hacen una mega operación inmobiliaria, que venden una exclusiva, gestionan un aparcamiento, montan un parque temático –en el que las fieras no son ellos- o menean su orondo y casposo culo a cuenta de las televisiones públicas. Claro que siempre habrá un vocero, que con los permisos debidos y con la gracia de la audiencia, los nombrará modelos de elegancia o de lo que sean; y ellos, que son de natural muy caritativos, montan cuando pueden un rastro, o un rastrillo, o lo que quieran, con el que salvar el mundo vestidas de chicas de la Cruz Roja; aunque para rastro el que dejaron de sangre sus antepasados.Michelle

miércoles, 3 de octubre de 2007

Borjita se nos casa sin interés

Lo peor que te puede pasar en esta vida es que se te pierda el telefonino y lo encuentre un cazarecompensas dispuesto a sacarte los colores, los perros a hacer pipí y las perras por amor a lo que ya saben. Con la de cosas que puede contar un cacharro de estos, ni el cura confesor lo sustituye. Si es que sólo les falta hablar. Y es que a estos aparatitos si no los carga el diablo, los maneja un primo suyo que colecciona exclusivas y obras de arte.
Claro que cualquiera sabe si todo esto es verdad o es el resultado de la comparsa que sonríe y se mece con los vientos de mamá, aquella miss que terminó, después de coleccionar galanes, haciendo lo propio con cuadros y otros enseres dignos de atención; si no de entendidos en arte, de bufetes de abogados especializados en el desvarío patrimonial y las ofrendas al papá Estado.
Pero esta historia de amor y exclusivas está degenerando en una comedia de enredos y mal gusto, con un casamiento de fondo que muchos voceros rosas pregonan ya como imposible (a lo mejor porque el novio se queda dormido, y ahora sin el permiso de mamá). Y fíjense que se ha muerto hasta el cura que andaba terciando para que la boda tuviese lugar en la capilla del antiguo esquileo de Cabanillas del Monte (Segovia). Manuel Cuesta Palomero, tío carnal de la novia, murió repentinamente hace unos días en Galilea, casi como Jesús. El buen hombre habría de haber sido el encargado de oficiar la extenuante boda de este barón rampante. En cualquier caso no termino de entender el empecinamiento en casarse en ese bendito lugar, que fue siempre más propio de churras y merinas que de gerifantes del corazón; claro que trasquilados como van los unos y los otros, ningún lugar del mundo sería ni más apropiado ni mejor. De todos modos, y por si cabía la duda, lo que sí me parece a mí es que entre unos y otros están poniendo los antecedentes necesarios para que, si llega el día de la anulación eclesiástica, no falten ni testigos ni razones para la tal. Claro que muchos de estos entuertos que nos entretienen no serían tales si en medio no hubiera un redil lleno de millones. O por lo menos los había, que también están los que dicen que entre unos y otros se zamparon la herencia del papá barón que en gloria esté.
De todos modos, con la ex miss comandando el espectáculo, casi igual que cuando se encadenó con grilletes de diseño a los pobres árboles que nunca le dieron sombra, uno termina pensando que la rabieta viene y va porque no es falso el dicho que anuncia que piensa el ladrón (sin que diga que la tal lo sea) que todos son de su condición. Sabia sentencia que recuerda, que si lo de Blanca es braguetazo lo de su suegra, no fue menos, por mucha pintura rosa que se gasten sus acólitos en bendecir los amoríos de doña Carmen, que después de aquello parece que no aprendió nada de cuánto duelen los desaires de la familia.
Pena que yo, cuando alguna vez pensé en esta historia de ranos, marmotas y cenicientas retratadas por dinero y en bragas allá donde pudieron, siempre creí que escribiría sobre un cuento de hadas, con barones y baronesas, y que ahora llegado el momento, aquí me tienen con la necesidad de contarles el cuento de la buena pipa (y no extrapolen a donde no deben que les conozco) con brujastras malas malísimas repartiendo escobazos por doquier. Bruja mala que antes de tal, fue, echadora de polvos mágicos y coleccionista de cuadros, incluido el de su propia vida.
Millones de besitos
“Tengo la impresión de que no te veo desde hace una eternidad y te echo mucho de menos (...) Espero verte la semana que viene o el fin de semana siguiente. Millones de besitos”. Y lo de besitos en castellano con letra grande de colegiala miope de primera fila. El amor. En fin, que el francés, mientras la reina de su casa, Cecilia Sarkozy, se iba de funeral, el de su ex, Jacques Martin, aquel buen hombre con el que la casó exactamente don Nicolás cuando fue alcalde de Neuilly. Y después ya saben: El casador casado. Una carambola para las “Siete mesas (de billar francés)”. Y sepan que las tres musas hubieran dado el tipo de la aspirante, una periodista que se llevó al huerto al casador. ¿Y ahora quién será la otra? Puro amor. Esto es un presidente con huecos en su agenda para algo más que hacer promesas. Millones de besitos; casi como Rafael Leflet, que según papito Mariñas, ese hombre todo corazón, envió a su ex enamorada en tocata y fuga, una tal Gema que empieza a hacer historia, 520 mensajes impregnados de pasión. O de odio.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Estos dioses irresponsables de nuestro tiempo

Los estadounidenses son tremendos. Y no lo digo por esa costumbre de hacer el indio de alguno. Ni tampoco por retener a Ramón Calderón, el presidente del Real Madrid, que estuvo a punto de merengue entre tanto policía con la porra subida de tono en las fronteras de Nueva York. Hoy –como buen cristiano- me quedo con un senador estatal de Nebraska. Ya quisiéramos aquí en el solar patrio unos cuantos al uso que animaran las Cortes, que Inasagasti está demasiado sólo y se nos puede deprimir.
Ernie Chambers, que así se llama nuestro héroe, ha presentado una demanda judicial contra Dios, al que ha acusado de ser el responsable de todas las “nefastas catástrofes” que en el mundo han sido. Y sepan, que si lo traigo a este sitio de ibéricos resabiados y concentrados es porque, siendo como fue este lugar en el que vivimos reserva espiritual de Occidente, el todopoderoso podría seguir entre nosotros. Aunque también es verdad que aquí Dios fue otro, el que nos llevó a la OTAN y a otras veleidades intercontinentales, el mismo que asesora al ex de la niña de la Duquesa, ese muchacho que sabe hacer casi de todo en televisión además de marcar tableta de chocolate. ¿Pero acabaría ya su formación USA? Formación de usar y tirar, deberíamos decir. No hay nada como tener buenos padrinos.
Dice Chambers, el de Nebraska, que ha intentado convocar al susodicho –a Dios, no al niño- con invocaciones del tipo “manifiéstate, manifiéstate, donde quiera que estés”, pero sin éxito. Si se hubiera puesto en contacto con el equipo Hepta de estudios paranormales (¿Lo coge? para normales) otra gallina le cantaría. Es lo que pasa con no saber.
Chambers demanda del jefe responsabilidades porque ha provocado “muertes generalizadas, destrucciones y ha aterrorizado a millones y millones de habitantes de la tierra, incluidos bebés inocentes, niños, ancianos y enfermos, sin ninguna distinción”. Ernie debe creer que este dios es el reflejo de su nación en el mundo. Su señoría dice que hay “varias religiones, denominaciones, y cultos que, de manera notoria, reconocen ser agentes del demandado y hablan en su representación”. Sobra darse una vuelta para saber que eso por lo menos es verdad. Y lo otro igual también.
Fíjense que hasta nuestros Príncipes creen en estas cosas y llevaron a su niñita para presentarla ante Nuestra Señora de Atocha, una virgen muy borbona, siguiendo una tradición que empezó con Isabel II. Servidor, tan monárquico como Mercedes Milá, por el bien de la monarquía sólo espera que la infantita no herede las inclinaciones de la tal y vaya por la vida real tan ligera de bragas como cuentan los libros de historia que fue aquella reina.
Quien cree en dios firmemente es don José María Ruiz-Mateos, que anda, desde que el diocesillo del OTAN sí y el maridito de la Preysler metieran mano en su panal de rica miel, en el intento de sacar a flote una Nueva Rumasa, un ente que lo compra todo o casi todo, y que además, por eso de los milagros, o por el trabajo diario de este singular aprendiz de Superman-pastelero y familia, ha mostrado su interés por comprarse el Northern Rock, el quinto banco hipotecario del Reino Unido, en venta tras estar seriamente afectado por la crisis financiera. Serán ganas de enredarse a su edad. Y eso que dijeron que estaba alicaído. Será que doña María Teresa Rivero, musa de mi devoción y la presidenta futbolera más genuina del fútbol mundial, le prepara unas berzas que dejan en pañales al Activid. Amén.

Paz interior, veinte euros
Casi otro dios de nuestro tiempo es el Dalai Lama, mandamás y señor de una reserva feudal que incluye todavía siervos y otras lindeces escasamente democráticas en un casi estado político espiritual que queda más o menos en el Tibet. Este mensajero estuvo en Barcelona en plan Alejandro Sanz y convocó en el Palau Sant Jordi, a veinte euros la entrada, a lo más selecto de la capital de Montilla. Daba gusto estar en el sitio, qué paz interior se respiraba en el ambiente, una gozada que los insensibles como servidor sólo encontramos en los anuncios de champú.
El Dalai estuvo además en el Parlament y puso pañuelos blancos a cuanto bicho y bicha se dejó. “Cataluña y el Tíbet se parecen”, dijo. Pero yo todavía no me he aclarado si lo decía por los colores de la señera catalana y por las túnicas azafrán, o si se refería porque están sometidos a un estado central. Tendré que investigarlo, que estas cosas no se dicen así como así. Igual, ese amago de volver a empezar de don Jordi Pujol tiene algo que ver con todo esto. Serán las cosas de tener un tercer ojo en el sitio.

martes, 18 de septiembre de 2007

Amor o la tv en celo

En el Gran Hermanos –y van nueve sin novedad en la audiencia- una señorita le ha estado calentando, sin otro derecho que el ronroneo, la bragueta al personal. Pero ocurre que los del más allá –los de la casa- todavía no saben que a la dulce Amor –o al dulce Amor-, todavía le cuelga usted ya sabe dónde. Fuera no, porque eso ya casi lo sabíamos todos hasta antes de que la casa de las bestias abriese sus puertas.
La broma, el chisme más archi-recontado entre los ligones de discoteca (y la novena edición es profusa en tales), asegura que siempre habrá alguien, que después de una impecable noche de roces y enredos, se encontró a partir un piñon y con un secreto entre las piernas del otro.
Listos que son los guionistas que marcan la pauta de esta comedia de enredos con el fondo de la sierra madrileña. Pero como pasa en las mejores historias de desenfreno y pasión, sus mercedes se quedarán con las ganas, o por lo menos tendrán que esperar que se disparen los cartuchos de la recámara. Y si puede ser con casting mejor, que eso de la selección de la especie, va con nosotros.

Los McCan estrenan nuevo asesor de comunicación

La puesta en escena más desternillante y escalofriante de los últimos años, la han llevado a cabo unos tristes padres de un pueblecillo inglés, que por esas razones inexplicables han pasado de víctimas, a no se sabe qué, con el apoyo financiero de miles de almas caritativas –entre ellas por eso del marketing global el propietario de Virgin- que contribuyeron a la buena causa de encontrar a la pobre Madeleine. Pero como diría mi madre: Sólo ella perdió; los otros, los vivos , las baguettes, el pan de higo y los bollos.
Fíjense que la culpa, de haberla, que ya la hay pase lo que pase, es de todos nosotros los que nos creímos una historia que se fraguó a base de mass medias, retratos de oportunidad, audiencias y abrazos con nuestros líderes, incluidos los espirituales, hasta papito Ratzinguer, que hasta bendijo una foto de la niña, y Pérez Rubalcaba, nuestro ministro del Interior, que halló hueco en sus apretada agenda para recibir y fotografiarse con los desesperados padres, que también están manejando la opinión pública, aunque últimamente hayan perdido puntos de credibilidad por las dudas que va sembrando la policía lusa.
Pobre Madeleine, es lo que pasa cuando se tiene cara de anuncio de suavizante y unos padres que se han destilado a conciencia toda la parrilla de serie C de la televisión mundial. Quizá por eso fue Portugal, casi segunda sede de esta Fauna Ibérica de difícil protección, el lugar en el que este desafortunado publirreportaje se puso en marcha.
La máquina –publicitaria esencialmente- ya está en funcionamiento. Por eso, ocurra lo que ocurra, esta niña, que gira la cabeza en alguno de los videos que los padres “gentilmente” han facilitado, como si fuera la mismísima muñeca diabólica, vende un estándar de belleza y conmiseración, que ya veremos si no termina convertida en muñeca y promocionándose en los grandes almacenes dos estantes más allá de la Barbie. Es un poco –y aunque cueste pensarlo y decirlo- el poder de convocatoria del dolor ajeno.
Pero párense un momento y atrévanse a preguntarse: ¿Y si Madeleine no hubiera muerto? ¿Y si la niñita que nos mandaron mirar a los ojos nunca hubiese existido? ¿Y si fuera verdad que la pobrecilla era sedada regularmente para que durmiera y dejara tranquilos a tan encantadores y mediáticos papás, como ha afirmado el Servicio de Medicina Forense de Birmingham y ha publicado The Times, a partir del análisis de ADN de unos cabellos de la niña?
Por si el espectáculo no estuviese ya asegurado y como si no hubiera otros abogados en Gran Bretaña, los padres de Madeleine, han contactado con Michael Caplan, uno de los abogados del dictador Pinochet. Entre abogados y con un nuevo portavoz y asesor de comunicación, Clarence Mitchell, un ex periodista de la BBC, que casi hasta ayer dirigía una oficina perteneciente al Departamento de Información del Ejecutivo británico. En fin, que todo parece listo como para se proclame la defensa del orgullo nacional británico. Y si no al tiempo.
Y mientras todo sigue modelándose –así lo dicen ellos- la tenebrosa imagen de estos médicos ingleses de Laicester, en el centro de Inglaterra, crece tanto como su fama. Igual Madelaine siga viva –como ellos afirman- y todo esto se archive como el reality que ya fue. Y por esta vez sería hasta lo mejor que podría pasar.

martes, 11 de septiembre de 2007

Las extrañas manifestaciones del poder

El sumo pontífice del busca que te busca y de esta casa desde la que os escribo, Eric Schmidt, esa religión que profesamos más de dos y de tres, llegó en coche blindado a Bollullos de la Mitación, -¿Y eso qué es?- un pueblo de Sevilla con más o menos 7000 vecinos. En Googlelandia siete mil almas se mueven antes de que se persigne un cura díscolo impartiendo la clase de Eduación para la Ciudadanía. En el sitio –en Bollullos, decíamos- se celebraba la Convención Europea de Google Be connected 2007. Una pasada con un gigante de la bolsa –y la vida- de fondo. Dijeron que el amigo Eric bajaría de los cielos en helicóptero privado, como en tiempos lo hiciera sobre las nubes otro enviado, pero por esas cosas que pasan este nuevo mesías llegó en vulgar papa móvil, en coche blindado, casi como el Padre Santo de Roma, el último biógrafo -¿No autorizado? ¿O sí?- del niño de María, el homo antecesor. Los google adictos en adelante tendrán que poner más de una vela a la virgen de Cuatrovitas -pasión bollullera- , además de las correspondientes a YouTube.
Nada se ha sabido del sermón que diera Schmidt en el Aljarafe sevillano, ni tampoco si el enviado multiplicó los panes, los chips y los peces. Sólo supimos que 3000 personas humanas al servicio del Imperio desde Europa -¿serán humanos estos que lo compran y encuentran todo?- se sentaron allí mismo dispuestos a escuchar durante dos días a su santidad y a otras yerbas; y hasta un poquito de flamenco, y hasta a los francesitos Gipsy King, otros enviados. ¡Con qué cosas se entretienen los poderosos!
Pero el poder se demuestra andando o hablando. Y si no vean la que ha montado doña Teresa. ¡Qué Punto radio tiene! ¿Pero será montar la palabra adecuada? Habrá que preguntarlo a don Santiago García, su último amor. Aunque a la diva por la que se le van los vientos últimamente es por Tele5. La teresiña busca hueco entre las feas y las grandes hermanas. La otrora presidenta del club de fans de Bárbara Rey, por los odios pasados y por los que vendrán, la ha liado buscando unas décimas de audiencia y para hacerse notar en el Protagonistas que dejó don Luis. Pura rumorología. Y así que dijo lo que dijo y en La Zarzuela temblaron los cimientos, y a doña Sofía -tan profesional- casi le da algo. Es el poder de los chismes. Que tome nota el fiscal y la denuncie por desestabilizar la monarquía. ¡Qué falta de profesionalidad! Y esas cosas a ciertas edades no tienen perdón. La III República y la audiencia se lo paguen.
Pero mi mandón preferido es don George; Bush niño, quise decir. Toda una poderosa institución en esto de meter la lengua –perdonen, que para esos otros republicanos lo de meterla según y cómo puede ser hasta pecado-. Pues bien, el niño de Bush, persiste en ser la esperanza de millares de estudiantes que ven que ser zoquete cuenta como mérito para gobernar este puñetero mundo. O hasta más, igual es la prueba del algodón para los que dicen que para lo que ha de decidir un político, mientras más huevo frito sea mejor. Por eso para que nadie le negase su valía, cogió el buen hombre y se fue a una cumbre –¿le afectarán las alturas?- de la APEC (Cooperación Económica Asia-Pacífico) y los tomó por sus colegas de la OPEP. Pero como todo es mejorable en esta vida, dio un paso más y confundió poco después Austria con Australia. Eso tampoco le impidió sentirse satisfecho y feliz. Son las ventajas de la ignorancia o las prebendas de ser un genio. Que le den el Príncipe de Asturias. De Australia a Asturias la cosa está hecha.

Las mandonas del mundo

Los de Forbes se entretienen otra vez en recordarnos quienes son los que mandan. Entre las “listas” destaca Ángela Merkel, aunque yo no sé si creérmelo. Lo de Angelita será para recordarnos que no hacen falta bragas de diseño para gobernar este mundo. Fíjense que la vi no hace tanto en paños menores y de veras que no tenía punto de comparación con otras que me sé.
Entre las listas la aportación nacional la hace Anita Patricia Botín, la súper niña de papá. De Patri no les puedo contar gran cosa. Ni siquiera sé si prefiere braguita o tanga. (¿O será tongo lo de estas listas?) Patri tiene la agenda tan ocupada que no hemos podido quedar. Sí me han contado que domina cinco lenguas. Y eso por supuesto que hay que tenerlo en cuenta.
En las listas no aparece Bárbara, y eso que la murciana es de armas tomar. Cuando el entierro de Umbral se escoró sin justificación ninguna a la derecha, sólo la corona de esta reina republicana deslumbró entre los bienpensantes. Lo suyo será el poder del silencio. La moza vale más por lo que calla que por lo que cuenta, que ya es bastante. El silencio siempre fue otra forma de poder.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Pipi veintidós

Supongo que usted conoce a José Manuel Estrada, a Pipi veintidós, cronista deportivo o lo que quiera. Pues bien, Pipi, al paso que va termina trabajando de payaso de la tele. ¡Cuánto aprendió este hombre de Fofó que en paz descanse! Veintidós, ahora dice que veintidós. Pongan ustedes el qué. El periodista debe tener los huevos de dos yemas y muchas necesidades para andar fanfarroneando de sus méritos sexuales. O su señora, con la de los veintidós, debe gastarse mucho en tintes para tener al pobrecito como lo tiene. Representante de un circo decadente y pretencioso, está por convertirse en un vulgar aspirante a comandar la tribu de los portañuelas rápidas, aunque me temo si llega a chulo discoteca.
Por lo visto el apodo de Pipi le viene de cuando la Calzaslargas era la reina de la tele. Y la subida de testosterona –lo dice el macho- es la herencia que le dejo papá. Para mí que miente: De la serie infantil tomó el nombre y el vergajo de Pequeño Amigo, el caballo. Pobre hombre, tener neurona y media y adornándole la bragueta. Un prodigio.

El talento en los huevos

Dice José Sacristán, uno de nuestros grandes, que está representando “Un Picasso” de Jeffrey Hatcher a las órdenes de Nacho Artime, que el talento del pintor se alojaba en su cerebro -¿qué será eso?- y “en los huevos”. Y seguramente será verdad. Y eso, aún sabiendo que don Pablo nunca pintó unos huevos fritos, ni siquiera los de Lucio, del que alguien ha dicho, no me acuerdo del santo pero sí del milagro, que aquello no es un restaurante sino una taberna, aunque con huevos y precios de nuevo rico con hipoteca a interés preferencial. Cierto que tener el talento en los mismos no es tampoco lo de Nacho Vidal que lo tiene en otro sitio.
Los huevos de Picasso, que iba de macho ibérico sin reservas, casi como Vidal, no son precisamente huevos de toro. Y si no váyanse al Museo Picasso de Barcelona y véanse la exposición “Lee Miller: Picasso en privat”. Y si al final tienen claro si el genio se tiró a la rubia van y me lo cuentan en el blog. Y todo esto para decirles que me acaba de llegar un envío urgente de huevos de toro, los mejores tomates del mundo, con una cajita muy coqueta que sería la envidia de Nati Abascal, regalo de un admirador que no me cita la razón del envío pero que me los manda no sé si con rintintín o si con cariño. Prometo comérmelos, igual que este verano me comí el rabo del toro con el que Jesús Janeiro se despidió de la afición a los cuernos que se da cita cada verano en la plaza de El Puerto de Santa María, Cádiz.
Días después papá Humberto, especialista en otros cuernos, dolencias y montajes varios, anunciaba su bodorrio con una tal Angelita, aquella destetada con la que lo retrataron (¿y es capaz de posar la gente con cuerpos así?) tiempo atrás en las playas de Cádiz. Con la decisión de este otro pintor se ha quedado en la estacada la singular Camila, una peliteñida de buen porte que se paseó por los platós como la primera mujer –doña Carmen Bazán, la ex señora de Janeiro, no cuenta- que declarara abiertamente su amor por el tigre. Pobre Camila, ella sí que siempre será la otra. ¡Con la de mierda que le ha quitado al bicho!
Claro que estos huevos –los de toro- no son ni por asomo como esos que se estaba tocando ante una niña de nueve años, un primer teniente de alcalde de la población gerundense de Palau-Saverdera, un tocagüevos de CIU, del que la mujer del alcalde, por si no estaba claro aseguró que “en el pueblo ya se sabía”. Ahora el hecho lo han denunciado los padres de la niña que estaban de turismo en la localidad. Lo extraño es que a pesar de lo que ya sabían la gente lo vote.
A este exhibicionista bilingüe –lo supongo- le deberían buscar un trabajito en Estados Unidos, muy cerquita del senador por Idao, Larry Craig, que ahora lo niega todo pero que está acusado de ir seduciendo a policías por los retretes públicos, y si no a la vera del congresista por Florida, Bob Allen, que se aficionó a prostituirse en los baños públicos de los parques hasta que le cortaron el rollo. Entre los tres tendrían dónde entretenerse.
Y todo para hacerles reflexionar sobre que a don José Luis se le están subiendo hasta los huevos. Ya los debe tener de corbata a la altura de la campanilla. Menos mal que como contrapartida nos bajan las llamadas telefónicas internacionales. Será para que Trillo Figueroa, el abogado del verano, hable sin preocuparse con El Solitario. Todavía debe estar llorando su fuga jurídica con otra picapleitos.

sábado, 11 de agosto de 2007

Los feos cada vez somos más

¿Se podrá ser guapa y lista? ¿Se podrá ser tonto y feo? En Antena3 tienen claro el dilema y no dan una oportunidad ni al más pintado. Guapos y tontos; feos y listos. Vean Nadie es perfecto sin soltar una lágrima y después hablamos. Jesús Vázquez, que no sé en qué grupo cuadrará (habrá que pedirle cuan american people que deletree y acentúe Vázquez), comanda un triste programa de importación que quiere entretener a las mamá chichos y a los papá chochos con una versión acuática de la enciclopedia Álvarez; un programa noño que por no tener no tiene ni cafeína, azúcar tampoco. Los tópicos y los prejuicios de toda la vida: listo y guapo imposible; lista y guapa, una rareza… Penita pena. ¿Y a Jesusito de mi vida que eres niño como yo dónde lo metemos?
Aunque para guapa Pe, la niña de Almodóvar. ¿Se dieron cuenta de que Pe hizo una película con don Pedro y no les sacaron un romance? ¿Por qué será? Ya veremos si Allen, el músico aficionado que a todos nos gustaría escuchar, se salva; que Woody también tiene su historia. Para mí que como Pe se quite las pestañas no se le escapa y rueda todo lo que haga falta. Y rodando rodando hasta los Oscars. ¿Vieron que los premios del cine norteamericano se llaman igual que ese gato made in USA que predice la muerte? La que te estás perdiendo Íker por irte de vacaciones. Si es que hay oficios que no se pueden permitir esos lujos burgueses, que en el más allá no hay clase turista, que no se descansa, que en el otro lado no hay ni cremas de protección solar, y menos encomiendas a la audiencia. Pero usted por lo pronto póngase en situación. Imagínese en una residencia y suponga que le entra el gato en su habitación. El dolor de barriga está asegurado y las diarreas mentales también.
Con todo yo de lo que tengo mis dudas es si el personal se muere porque aparece el gato a los pies de la cama o si el gato se las huele y busca al moribundo. Otro dilema, casi como el de los feos y los guapos.
Claro que para mi madre –y para mi abuela que en paz descanse- servidor siempre fue guapo de nativitate y no como los Beckham, esos a los que los peluqueros alemanes han nombrado los mejor peinados del universo mediático; menudas pintas, no tendrían ni para un guiso si no fuese por las extensiones de Vicky y sus huesos. Pero sobre gustos ya saben. Nada mejor que hartarse de cerveza. Ya hasta voy entendiendo lo de la feria del libro de Berlín. Claro que del mismo modo la revista Vanity Fair ha dicho que entre las cincuenta personas mejor vestidas del mundo –sin contar el trozo de hielo que han conquistado los rusos- están Rafael y Luis Medina, los duquesitos, los niños de Nata, perdón de Naty. ¿Pero alguien me puede explicar por qué artes son conocidos estos chicos allende nuestras fronteras? ¿Lo saben sus señorías? Habrá que preguntarle a mamá. De todo sólo me extraña que no esté entre tanto listo Kikito Rivera, the manegement.
Lo bueno de este triunfo de los feos en la tele (y eso que se ha ido sin la gracia de la audiencia Santiago Segura de laSexta) es que Jordi Urtado, Eduardo Gómez y Karmele Marchante ya no se sentirán solos. Un triunfo en el que destacan Emilio Pineda, que con su calva reluciente cada tarde remeda cual colibrí de flor en flor a España Directo y otras yerbas autonómicas; o Javier Capitán, que ha bajado de las alturas de RNE para que los feos ganemos en consistencia. U Óscar Martínez, ya ven, como el gato que dijimos, pero sustituyendo a doña Ana mientras ella se despelleja en Sotogrande, Málaga, con sus mellizas. Cosas de ser la jefa (de las audiencias, queríamos decir). Y quién sabe, quizá todo esto no sea más que una campaña orquestada en memoria de El Fari (q.e.g.e.).
Gracias BeaDesde que Ruth Núñez, Bea para las amigas, es la musa de la sobremesa española, los feos y las feas de la España de las autonomías, no sólo somos más, sino que vamos con la cabeza alta –y no me piensen mal- como un famoso cualquiera.
Gracias Bea por contribuir como has hecho a la restauración nacional. Nuestro país siempre fue de feos y osos. Y si los osos están bajo protección por qué no lo van a estar los feos que somos la esencia del espíritu nacional. Gracias por tu contribución al fortalecimiento de la reserva espiritual de Occidente que siempre fuimos. Sólo falta que a Julio Iglesias le aclaren que lo de la Operación Salida no tiene nada que ver con sus necesidades amatorias. Mientras llega el momento toca consolarnos. Los feos somos más y además podemos ir orgullosos por las calles de este país de medio metrosexuales. Gracias Bea también por llevar con tanta dignidad los modelos del mercadillo de mi barrio. Hasta Europa empieza a ser diferente. Incluso está más cerca que Carlos, compresas aparte, reine en Gibraltar.

Traumas de verano: huevos y ubres

Si yo hubiera sido George Clooney, está claro que no lo soy, y si no mírenme la cara, por nada del mundo me habría tomado ese vermouth que le preparan con los huevos helados de un toro en un anuncio en la tele. Trae mal fario y no se lo recomiendo a nadie, que después pasa lo que pasa, salvo que uno se haya encomendado a Paloma Gómez Borrero, que después de tantos años cerca de Dios y de sus representantes en esta tierra como vocera, sufre –¿será sufrir eso?- de sensaciones extrasensoriales. Cuando los niños de Aceves vuelvan a TVE le podrían hacer montar un serial como aquel de Teresa de Ávila. Pero supongo que comprenderán que hacer conexiones con Jiménez Losantos no puede traer nada normal. Ya me lo advirtió mi madre, la intelectual, y no se equivoquen, que no es Rosa Regás, ni Pilar Bardem siquiera, aunque humildemente tengo que reconocer que tampoco me importaría, pero en fin, madre no hay más que una.
Claro que eso de arrancarle los cojones al toro igual es sólo una estrategia comercial que anuncia algún tipo de lucha intestinal entre Martini y Osborne, cualquiera sabe, que en los designios de estos dioses la cosa nunca está del todo clara.
Aunque igual pensado quién sabe si los cojones del astado no son una puerta al más allá, a ese otro mundo en el que todos tendremos el trabajo de un diputado y el sueldo de un senador. Por lo pronto, sin saberlo, que si no no lo hago, de tapas por el Puerto de Santa María, me han dicho que una cosa que me he comido eran los propios del animalito con el que Jesulín, de blanco y oro, se despidió de la afición portuense. Y asegura que “ésta será de verdad”. Al toro le cortaron una oreja que la guarda la niña Andreíta en el congelador. A don Jesús lo ha metido en vereda la sin par Campanario y dice que ya no quiere más cuernos en casa. ¡Pobre Belén, con lo que ella ha luchado! Todo ha sido saberlo cuando me han entrado unas náuseas que no se las imaginan. Aunque mi compañera de viaje dice que nada de eso, que es todo lo contrario, que algunos de los héroes nacionales las gónadas del pobre animal se las zampaban para ganar fuerza y vigor, como un Viagra castizo. Por cierto, que he aprovechado para comentarle mi preocupación porque mi cuenta de correo, un día sí y el de en medio también, aparece llena de correo basura con promesas del medicamento milagro a buen precio y con total discreción. ¿Tú crees que se me nota algo?, le he preguntado. ¿O se habrá chivado alguna de mis amantes? Estoy preocupado porque estos de Internet lo saben todo y quién sabe si esto no será una premonición de esas de Octavio Aceves.
Claro que es verdad lo que ella dice, que si Allen se ha fijado en Penélope Cruz y en Javier Bardem seguro que fue porque se ha visto el “Jamón jamón” de Bigas Luna, en el que por cierto el referente nacional eran también los testículos del pobre animal de Osborne arrancados de cuajo. Y Woody, ya ven, ha caído en la tentación y se los ha llevado a su peli española. A los actores, deben entender.
Aunque el colmo en esto de los toros se lo han llevado los catalanitos de Bandera Negra, el grupo que se ha atribuido el derribo del último de Osborne en los dominios de Montilla. Pobre animal. Pobres animales. Y se han quedado tan panchos con la hazaña que ha terminado con la “inmundicia cornuda española”, mientras por el “horizonte aparecía un sol de justicia”. ¡Qué le vamos a hacer! Estarían ciegos de amontillado. Con Piqué no habría pasado, que se lo digo yo.
La Pataky lechera
Les juro que este verano, mientras otros se iban al chiringuito a ponerse de caldo hasta las orejas, servidor se sentaba en un velador con la única compañía de unas cuantas moscas, de esas playeras a las que no les afecta ni el agujero en la capa de ozono, para mirar con deleite las ubres exuberantes de Elsa Pataky sobre el título de “La Lechera”. ¡Qué más da de lo que sean! Y uno allí a pie de anuncio esperando que se hiciere realidad la promesa de “El placer de cada día”. ¿Será eso la publicidad subliminal de la que hablan los libros? Les aseguro, por si no lo vieron, que ella, mi musa y la de Garci, tiene cara de estar montándoselo con otro y eso sí que no puede ser. Un trauma, se lo aseguro, del que dios y mi psiquiatra sabrán cuanto tardaré en recuperarme. Los desengaños de este tipo son los peores. Sólo saber que esta reina está en la mente de muchos españolitos me ha ayudado a sobrellevarlo con la esperanza de que ZP, que está en todo, lo solucione o que por lo menos lo prometa. Por lo pronto Elsa no apareció y yo tengo unos kilitos de más. Otro trauma.

Lady Di o aquella pobre enferma de mitomanía

Diana Spencer, que ahora, si no hubiera muerto, asesinada –como dicen algunos y es que en accidentes de tráfico sólo muere la gente normal- para evitar que el próximo Rey de Inglaterra (Pobre Carlos, ¿reinará alguna vez?) tuviera un padrastro musulmán heredero de una tienda de bragas y otras golosinas mundanas, tendría 46 años o quién sabe si no se la habría comido la depresión, la anorexia o el marketing real, que todo podría haber pasado. Una pena la de su divorcio y otra la de su muerte; nos perdimos la conversión de Buckingham en otro Mónaco. Nunca sabremos qué habría hecho Isabel II de Gibraltar, esa santa.
Sus niños no hace mucho que se reunieron con lo más selecto de la Corte de su graciosa y retratada majestad para recordar al mito que fue mamá con un concierto. “Esta velada reúne todos los ingredientes que nuestra madre adoraba en su vida: la música, el baile, sus actividades benéficas, su familia y sus amigos”, dijo Guillermo (y les puedo asegurar que ni él ni su hermano estaban ebrios, aunque les extrañe) ante una multitud embargada por la emoción y reunida en el estadio londinense de Wembley, y entre la que destacaba entre más, sin saber muy bien qué hacía mente tan selecta entre la masa, el marido pelotero de Victoria, la repija, que ahora, con look de muñequita posyeyé, se parte el culo de fiesta en fiesta en los Estados Unidos de Ámérica, como promocionando el retorno de las brujas, de las Spice quería decir, esa colección de muñequitas de plexiglás entre las que Vicky despunta por arriba y por los pelos, los poquitos que peina, eso sí, con estilista de pago. Para que vean que aspiro a la presidencia de su club de fans, el día que quieran les paso el discurso que tengo escrito por si llega la elección. Por lo pronto me compraré ese disco que todavía no ha salido –de salidas está Hollywood lleno- pero que seguro que ya está a punto de ser por lo menos de platino.
La cuestión es que después de meterme en vena dos programas y medio de “Nadie es perfecto”, que presenta ese súper hombre –y no se rían, que es por el genérico- que es Jesús Vázquez, me he ido al psiquiatra y le he confesado que de este verano no pasa que visite la tumba de aquella musa caída del siglo XX y le rece una barbie maría. Yo, a punto del fatídico aniversario como estamos –en todos los medios están por sacar sus conservar para contarnos lo que fue de aquella princesa bobalicona y cornuda-, les puedo decir que se me ha aparecido la tal sobre la portada del disco de Elton John que preside mi retrete para ayudarme en los momentos difíciles, aunque una buena voz tampoco implica mucho más. Y si no que le pregunten a Sonsoles, la corista anónima de La Zarzuela. Y ahora –incendios mediante- de Doñana, otra reserva nacional cerca de la que se esparcieron las cenizas de Carmina Ordónez, otro mito, otra muerta.
Pero no se preocupen, mi psiquiatra –no les digo su nombre porque detesta ser famoso- me lo ha aclarado todo y me ha asegurado que nuestro mundo está lleno de ídolos que no tienen mérito para serlo. Y que los verdaderamente importantes, los guays del Paraguay, andamos –como servidor- escribiendo entre los renglones torcidos de la tierra. Otra cosa es que mi psiquiatra, en cuanto cruzo la puerta, se cuelga del la red buscando clientes en la “Second life”. Y los encuentra, de veras, palabra de periodista, aunque eso, ya me dirán, con la que está cayendo.

El recuerdo de su show
Claro que ustedes con razón se preguntarán qué hace esta reina de corazones, por la difunda (q.e.g.e.), en esta reserva ibérica. Aunque deberían saber que Diana, al margen de su bodorrio real, era un mito de esos que superan las fronteras, y que si aquel 31 de agosto ya aciago, no hubiera puesto el culo donde lo puso, o su boquita de princesa destronada donde no debía, igual, el puente de Alma sería uno de los tantos de los que cruzan el río Sena a su paso por París y el lugar no se habría convertido en santuario de tontainas y peregrinos del corazón. Y además si viene a este recóndito lugar de una revista tan seria, es porque deben recordar que cuando la princesa quería olvidarse un poco de todo, se cogía un par de amigotas de la infancia, y se plantaba de incógnita en la Marbella pre Malaya, se ponía de cerveza hasta la raja, se tiraba –o se tiraban- a un hamaquero (los del oficio más viejo del boom turístico tienen mucho éxito entre la aristocracia) y volvía a casa escocida y con la moral más subida que los tipos de interés. Y así hasta la gloria.

lunes, 30 de julio de 2007

Tarde de cuernos en El Puerto: el secreto de la taleguilla

Esta tarde de verano me he ido de corrida. Chitón, que no salen de lo mismo. Una corrida en plan serio, como esas que denigra el bueno de Jorge Javier, el tomatero, el niño de las hormigas, que anda dándose el lote –con el permiso de mamá- por esas playas con un novio que se ha echado para la ocasión. Ya verán qué fotos. Al dandi de la sobremesa lo han sacado con un tomate en la boca. ¿Un prodigio del Phtotshop?
Y hablando de cuernos aquí me tienen; en el tendido de sol –la casa no paga para más- dispuesto a tragarme una corrida de Antonio Caro Gil, que toma la alternativa, un torero serio –dicen-, de esos que no salen en la prensa rosita, natural de Mesas de Asta, un pago de Jerez de la Frontera (Cádiz), donde una vez me dijeron que algunos sitúan a los Tartesos –otra leyenda-; El Juli –que se nos casa pronto con otra jerezana que no le toca nada a Antonio-; y Cayetano, ese muchacho que apodera Curro Vázquez con el permiso de Armani. Si quieren les digo el apellido de Caye, pero me parece que no hace falta.
Como la tarde estaba recalentada, es lo que pasa cuando torea Cayetano, han instalado en la plaza de El Puerto de Santa María un sistema de microclima que dicen que baja la temperatura entre seis y siete grados. Para que se hagan una idea de la temperatura de la plaza: La venta de bragas nuevas ha subido en los últimos días en las tiendas al uso de la ciudad portuense. Ni en los tiempos de Jesulín. Claro que si el sistema no baja la temperatura por lo menos sales bañado, cosa que se agradece cuando el negocio calórico ronda los 40º. El sistema ya lo usaron en la ya legendaria Expo’92, lo usarán en Zaragoza, y lo usan en las granjas de pollos –y de pollas -que todo hay que advertirlo- para que los pobres animales no perezcan con estos calores.
Mi amiga Concha, que comparte tendido, y que empieza a quejarse de que no está su culo para asiento tan duro, y que es una de las que ha dicho que sí en la encuesta de las bragas, entiende casi lo mismo que yo de estos negocios –los taurinos, quiero decir- pero está que se sale con eso de la taleguilla.
-¿Y tú crees que toda la taleguilla es cosa? –me pregunta entre el éxtasis y los malos pensamientos-.
-Que va –le digo-, o te crees que si lo fuera lo habría dejado La Perra.
Y ella me mira y comprende lo que digo sin necesidad de más explicaciones. Y me fijo que con eso del microclima, con la camiseta humedecida, se le están marcando unas tetas que yo no sé si las de Tamara, la ex novia streper de Kiko Rivera (el ordenador se empeña en poner kilos Rivera), eran de plástico o no (Ella parece ser que alguna vez dijo que sí), pero las de Concha seguro que no, que aquí no hay más trampa que la revolución del Danone y los efectos secundarios del helicóptero de Tulipán.
Claro que ni Concha ni servidor saben un huevo de estas cosas de los cuernos. Nosotros somos muy formales y venimos a lo que venimos, a ver el paseíllo. Cierto que nos hemos traído un asesor –como hacen los presidentes en las plazas- para que nos oriente sobre el particular. Trabaja en la SER (desde que se murió Polanco está como más triste de lo habitual, hay días que ni se encuentra) y Caye, que es a quien nosotros esperamos con devoción rosa, no es torero de su cuerda. “Está muy verde con el capote”, me dice. “Lo sacas del paseíllo y se pierde. “Tomó la alternativa con prisas” Y a lo loco, añado yo que lo supongo. Los negocios.

La cogida “Fíjate, que Curro –por el apoderado- no lo lleva por plazas de primera”. ¿Y qué? –le pregunto-. “Pues que los toros son de medio pelo, que las exigencias son menores, que lo están paseando… Y eso es porque puede, ¿sabes?, que eso a cualquiera no se lo permiten”.
Dos pasos más allá, tendido más tendido menos, siguen la corrida dos “rara avis” de este mundo torero de taleguillas y picadores: Rafael de Paula y Morante de la Puebla, “dos artistas”, me dice mi asesor particular, que no quiere por nada del mundo que diga su nombre. Yo creo que se avergüenza de tener amigos como servidor. Mientras hablamos el tercer toro de la tarde, “un Núñez del Cuvillo” –me chivan y me advierten que se escribe con v- se ha llevado por delante al niño de Carmina, al ex de La perra, al modelo de Armani. Y ahí que lo llevan en volandas a la enfermería. Y me acuerdo de papá Paquirri. Y es que los toros, hasta los de medio pelo tienen cuernos y no entienden de las campañas promocionales. Y éste, digo yo, que como mi amiga Concha, también quiso saber qué había más allá de la taleguilla. Mal negocio.

sábado, 21 de julio de 2007

Experiencias religiosas: Con el volante hemos topado

Llevo al aeropuerto a un buen amigo que se dispone a cumplir otro de sus sueños. J.J. es de los que se proponen cumplir esos viajes oníricos y mediáticos que a veces dejan caer como si tal cosa los muchos escritores que pueblan nuestro mundo –calaveras aparte-. El año pasado se pateó los lugares en los que transcurre El “Código da Vinci”, y este año se ha empeñado en convertir en aventura (peor sería que le diera por hacer la ruta de los locales que regentan Óscar Lozano o David Flores) una propuesta –que según él, siempre según él- hace en “Mercado de espejismos” Felipe Benítez Reyes, el último premio Nadal. Para J.J. la hoja de ruta -¿de qué me sonará esto?- son los lugares en los que según Benítez están algunas de las reliquias más importantes de la Cristiandad: Chalons (Francia), donde está uno de los varios cordones umbilicales de Jesucristo; Amberes, con uno de los varios prepucios; en el Museo de la Prehistoria de Roma, con el cuchillo empleado para su circuncisión; en Liria (Valencia), donde las plumas del arcángel san Gabriel; en Coria (Cáceres), con el mantel de la Última Cena (que por cierto, cuenta que una Caja de Ahorros, con su bendita Obra Social –dios nos ayude a entenderla- está regalando una imitación made in China, para que vean lo útil que pueden llegar a ser los viajes reales); en Maguncia (Alemania) donde están las plumas y los huevos que puso el Espíritu Santo cuando fue paloma; en el Sancta Santorum del Vaticano, donde tienen embotellado un estornudo del Espíritu Santo; en Vendôme, las lágrimas de la Virgen y en Lisboa, el cráneo de santa Brígida.
Y el bueno de J.J., que no sabe Íker Jiménez la que se está perdiendo, está además convencido de que el itinerario oculta la clave para determinar las coordenadas en las que se localiza el sepulcro en el que realmente y todavía yacen los restos de Jesucristo. Y si él lo dice seguro que es verdad. Claro que yo le he apuntado, y de veras que no lo termino de entender, cómo no aparece Padua, donde dicen se guarda el primer pañal cagado del Niño Dios. Misterios que hay muchos.
Claro que la Iglesia Católica está últimamente muy rara; sí, la nuestra, a la que todos hemos sobrevivido de alguna manera, la más guapa, la auténtica, la número uno, la única, y si eso lo dice Benedicto así debe ser, porque por algo desde 1870 -cuando se aprobó la encíclica “Pastor Aeternus”- lo que dice Su Santidad va a misa. Será por esas certezas por las que hasta a la niña de Letizia le han echado las aguas bautismales con Roucco como mano ejecutora. Claro que esta niña no va a estudiar eso que llaman Educación para la Ciudadanía, que es cosa de pecadores y proscritos. Y no porque de aquí a entonces habrán cambiado quince veces el plan de estudios de nuestros pobres hijos, que también; sino porque los reyes y allegados van sobrados de educación y la llevan en la sangre, y no como otros que tenemos una disposición al infierno que no hay dios que nos salve. Sólo así se comprende la que están montando con esta asignatura para inmorales y maleducados. Yo, para curarme en salud, he optado por persignarme cada vez que veo a Martínez Camino, portavoz de la Conferencia Episcopal Española, un día sí y el de en medio también, mandándonos al infierno a todos los que vamos a sufrirla, y eso sin aceptar como penitencia siquiera declararse seguidor incondicional de Pocholo 007, con lo que fue su abuelo para tanto santo.
Conducción milagrosa
Al infierno todos y ZP al rincón en el que más calor haga, debe ser por eso que este año se va de veraneo a Doñana, selecto parque nacional que sólo disfrutan los presidentes de gobierno, un buen puñado de mosquitos y los linces. Bueno, y Antonio Burgos y otros que yo me sé, que hacen lo propio en Matalascaña(Huelva), que no es el parque pero queda cerca y en verano se llena de bichos y de bichas de todas las subespecies.
Pero a esta iglesia lo cierto es que no se le escapa una. Se nota que si no es cosa de Dios lo parece. Me acaban de mandar los diez mandamientos para el conductor católico y me he quedado pasmado. Estoy haciendo fotocopias para regalarlos entre los amigos. Ahora, tendré que preguntar en la DGT si eso de rezar oralmente el rosario es compatible con la conducción. Claro que no es lo mismo rezar que hablar por el móvil, y que eso no es una necesidad vital y además está penado, si no con el infierno con cosillas más mundanas. En fin, ya saben, antes de viajar encomiéndense a la DGT, a San Cristóbal, al Arcángel Rafael, protector de los viajeros, y a la Virgen Santísima; que no todo en esta vida es tener un GPS y una foto de Pitita Ridruejo en la guantera.

¿Quién es esa señora que va con Darek?

¿Quién será la señora que va con Darek? Me preguntó mi sobrina, que como tampoco domina el español y habla con acento cheroqui, está ilusionada y cree que también podrá hacer un programa en laSexta, donde el paisano de Juan Pablo II, q.e.g.e., está ganando tanto terreno que empiezo a temer por las vidas laborales de Patricia Conde y Ángel Martín, que supongo deben saber qué le ha hecho este joven a Milikito para estar a punto de convertirse en el rey de la casa, un hito –el de la penetración de un muchachote del Este en las televisiones de España- que sólo tiene parangón en la ascensión a la gloria de Valerio Lazaroz; claro que aquél, por muchas mamá chichos y Carmen Sevilla que redescubriera, tenía otras habilidades. Y de Darek no reconocemos mucho más que esa propensión a comprarse los pantalones y las camisetas un par de tallas menos, seguramente porque el presupuesto no le da para más.
Claro que la desconocida que acompaña al mozo debe ser por lo menos su tía –nada de tía abuela, tía a secas-, y si me apuran mucho, igual es una prima hermana entradita en años que ha venido a ver cómo pone a las Españas a la altura de su bragueta.
Claro que peor es lo de don José Saramago, que aparte de que no sale en laSexta ni por equivocación, y eso ya es grave, se permite augurar que igual mañana, o pasado, tampoco lo pone muy en claro, aunque quizá sea lo mejor con la que está cayendo en tierras Vasco-Navarras, que este bendito país y los vecinos lusitanos algún año de estos se fundirán en uno solo bajo el nombre de Iberia. Y yo les juro que me lo creo. Y además, tendríamos la posibilidad de llegar –como es costumbre- una hora tarde, hora canaria, hora portuguesa, como corresponde. Y si uno se pierde en la T4, échenle tres cuartos de hora más, como debe ser. Pero… ¿Y quién será ese tal Saramago? Seguro que Darek lo sabe, tiene cara de saberlo todo, ya veremos. Y si no que hable la señora que lo acompaña. Para mí que está buscándose las habichuelas con el pobrecito. Pobre muchacho. Trabajar tanto para que otras se aprovechen de sus bondades. Y es que no se puede ser tan cándido en esta vida, que después ya veremos si la tal no se va de plató en plató contando lo incontable.
Y eso que de la señora me suena la cara pero no caigo. De él sí que me lo sé todo: el número que calza de pie y el número que tiene sentado, la marca de preservativos que prefiere -¿O ya no le hacen falta?- y hasta el nombre de su abogada, porque en estos tiempos un famoso sin abogada ni es famoso ni nada de nada. Dice mi colega Ricardo Castillejo que la desconocida, que no debe tener dinero ni para comprarse una falda en condiciones como a la vista está, le falta tela por todos sitios, que la tal es hasta celosa y que atacada de celos, en mi pueblo se diría lacónicamente “de cuernos” (digamos que potenciales, por si acaso) que no deja ni que el pobre Darek tenga la abogada que quiera. Y es que ya saben que no somos nadie. Y si eres famoso menos. Y si tienes una señora que te sigue como si fuera tu sombra peliteñida todavía menos. Qué pena de muchacho, con lo feliz que había de ser antes de este embrollo. Y ahora, ya verán, se lo llevará a la playa para que marque paquete y sus amigas de peluquería se mueran de asco o de envidia, que uno ya tampoco sabe cuál es el pecado nacional.

Intento desesperadoSer metrosexual para eso; para eso y para vivir con la portañuela en un tris, que también es un apuro lo de maldormir soñando que llega la tía de Martini y sin mediar palabra, te corta los cojones de un tajo (¡Eso sí que es un trauma, ya les contaré otro día, pobre George Cloony!) como si fueras un toro de hielo cualquiera.
Claro que me cuenta mi buena amiga Inés, psicóloga de profesión, que lo del mozo y la desconocida, esa señora de la que ya no soy capaz ni de recordar ni su nombre ni sus facciones, es habitual a ciertas edades, y que hay literatura científica sobre este tema toda la que se quiera, porque no es más que un intento desesperado de retener la juventud al que se recurre cuando ya se ha probado de todo sin éxito. Y que engancharse a jovenzuelos es para chuparles la sangre –ya pensaban en otra cosa, qué mal pensados que son- y otros jugos con el sueño de hacer posible lo imposible. Pero me advierte que estas cosas terminan mal cuando no enseñando las tetas en alta mar en la cubierta de un yate prestado. Y si no recuerden, que de marujeos y otras yerbas va la nación sobrada.

Pijos virtuales

Estoy por pedirme un café con churros y santas pascuas para volver a la realidad. Y es que tengo amigos que me dicen que se van de fin de semana a secondLife.com, donde han conocido a una mocita que ya les contaría; y otros que aseguran que el nuevo gobierno del mundo empieza en Vorovoro, una isla en Fiyi, en el sur del Pácífico, y en la que una tribu virtual se ha hecho real, digo yo que para desgracia -o suerte, que eso nunca se sabe- del jefe Tui Mali y de los yavusa, que eran, hasta ayer, los habitantes de la isla. Ahora los jefes, además del nativo, son Ben Keene y Mark James, que organizan la movida isleña. Ahí los tienen en tribewanted.com
Y como en la red hay de todo, los pijos del mundo no iban a ser menos. En asmallworld.net, ASW para los niñitos y las niñitas de papá y mamá, pueden encontrar –si les permiten el acceso- lo más granado del pijerío nacional e internacional.
La gloriosa idea la tuvieron un sueco de nombre Erik Wachtmeister y su esposa Louise, con la esperanza de ofrecer un sitio de encuentro sólo reservado para bañistas de Saint-Tropez y esquiadores de Gstaad en Suiza, por un poner. Y claro, al sitio, como a los clubes ingleses, no entra cualquiera. Y dicho esto ya se pueden imaginar quienes sí pueden entrar: Lo más chic de nuestra selecta bollería, desde Tamara Falcó –miss carné por puntos- a Carla Goyanes, desde Alejandro Agag -el Fórmula1- a Luis Alfonso, el rey de Francia –virtual, claro está-. Pijos del mundo unidos. Hasta Paris Milton forma parte del club. Una gozada que te pueda contar en primera persona su experiencia mística en la cárcel.
Ha contado Wachtmeister que al club sólo se llega por invitación y que en cierta ocasión se les coló un tal que decía ser Bill Clinton. Y allí que lo tuvieron. No ha aclarado quién lo llevó de invitado, ni cuáles fueron sus credenciales. Igual con los antecedentes ovales del ex presidente todo lo demás sobraba, que ustedes no sabe cuánta perversión se vende por esos saraos del mundo virtual ni cuánto está el mundo de necesitado de experiencias extrasensoriales. Al final no era Bill y más de uno y de una se debió sentir decepcionado. ¿Con quién lo habría hecho? ¿Quién sería el impostor?
Y es que una cosa es tener cara de pijo, y hasta de tonto, y otra serlo. Democracias aparte, de cintura para abajo, todos romanos, o a lo mejor iguales, que queda como más social. Perdón, o casi, que después se me enfadan las seguidoras y los seguidores de Nacho Vidal, que ya saben que marca paquete con un vaso de cubata como paradigma y esencia de su inmortalidad.
Ah, la inmortalidad. Cada cual la consigue como puede. Fíjense que por Internet uno puede ser lo mismo pijo, que monja que santo. Así que si quieren serlo olvídense de monsergas y dense una vuelta por quierosersanto.com. Yo me he apuntado por si acaso. Y no se crean que es cachondeo. El sitio está dedicado a Santo Domingo Savio, que no tiene nada que ver con San Domingo y otros goces festivos. Nada de eso. Es un niño santo salesiano con todos los papeles en regla, que eso de la santidad tiene mucho que arreglar. Fíjense la que están montando para canonizar a Juan Pablo II que podría terminar de patrón de la Fórmula 1. Robert Cubica, del mismo modo que algunos camioneros de Ubrique llevaron un tiempo una foto de Belén Esteban en la cabina, llevaba cosida a su mono una foto dedicada del pontífice polaco cuando chocó contra un muro a 280 km/h en el GP de Canadá. Y ahí lo tienen, ileso. Milagro.

Rato amoroso
Menos santo, o por lo menos no de mi devoción, don Rodrigo Rato, el del FMI (y yo que creía que eso era una de las emisoras de radio que siempre tuvo su familia) ha anunciado que dimite, que esto de estar con los dineros del mundo harta, que mejor en casa, de Capitán Trueno del ínclito Mariano, cerquita de los niños, que ya saben cuánto hueco deja una separación matrimonial, que después todo son problemas. Claro que en Italia, el “Corriere Della Sera”, ha dicho que lo deja todo por amor. Otra vez el romanticismo. “Per amore” -para ser más exactos- a una periodista española diecisiete años más joven que el suegro de Espartaco. Y es que las periodistas cuando besan… Y si no acuérdense de Ségolène Royale que no gana para disgustos. Primero no le votan ni sus primos franceses, y después François Hollande, su amantísimo marido, se lía con la periodista de Paris Match, Valerie Triermeiller. Adiós castidad, adiós.

martes, 3 de julio de 2007

La cacharrería nacional y el tamaño de las cosas

Hace unos días, en uno de los programas culturales que nos ofrece nuestra granada televisión, servidor como Fernando Colomo también los ve, seguramente porque no hay nada más emocionante que el zoológico de la vida, veía a Chelo García Cortés opinar sobre el mandado de José Manuel Estrada. A Chelo el tamaño de la cosa del polemista le parecía suficiente. A mí con el pingajo me pasa lo que a Sánchez Ferlosio con el cáncer: Se admira de cuántos nombres puede llegar a tener el bicho, o la bicha. Lo que quieran. Y es que el verano, que ya tenemos encima, es prolijo en estos asuntos, en los colgantes quise decir, y alguno hasta no duerme por robar por esas playas del mundo un despelote con todos sus avíos. Aunque también los hay que se la cogen con papel de fumar. A monseñor Andreu, de tocata y fuga de las noches de Antena3 –dicen que se le ha bajado la cosa, la audiencia, deben entender-, lo retrataron en barra y los jueces han dicho que no, que no hay derecho y que el monologuista del El Terrat tiene derecho a despelotarse sin que lo retraten como a una vendedora de exclusivas cualesquiera. Y bien dicho que está.
Durante esa misma velada cultural Rafa García, un clon de Dinio pero sin gracia y con menos antecedentes mediáticos, la convidó aprovechando las interesantes conversaciones científicas que los entretenía, a conocer la propia si quería saber qué es lo que hay que tener en la entrepierna para ser feliz. El cubanito cree que vino al mundo cual fenómeno con tres piernas; y digo yo que con una neurona, una de esas que, según palabras de Marina Castaño, contertulia televisiva por la gracia de dios, controla el funcionamiento de la bragueta. ¡Cuántas cosas se aprenden con un Nobel!
Pero volviendo a lo que íbamos. Si la cacharrería nacional anda revuelta no es porque a Kiko Rivera lo pillaran de aquella manera durante alguna travesura nocturna, incidente que no tiene tampoco la más mínima importancia en un país en el que se ha retratado en pelota picada hasta Umbral. Y en el que por pillar hasta han pillado como reyes de basto desde el mismísimo Juan Carlos, en pose marinera aunque las instantáneas no pasaron la frontera italiana, hasta a su primo Alejandro Leccio. Dicen que cuando al condesito lo retrataron a pelo hubo bronca real por destapar los secretos de la familia. Una pena que no viéramos en su momento el de su majestad, el valor antropológico de la muestra hubiera sido innegable; hasta habríamos conocido uno de los puntos de partida de la dinastía que nos gobierna y eso, siempre tiene su interés histórico. Y heráldico. Y quizá hasta hubiéramos entendido por qué el periodista José María Zabala en su último libro sobre los Borbones, cuenta que la saga arrastra como maldición los “apetitos sexuales desbocados”. Aunque no sé qué tiene eso de maldición. Ya fueran todas las leyendas como ésta.
Pero cuando se habla de tamaños casi todo es relativo. Aunque supongo que a Juan García, el malagueño que nombraron Mister Mundo, no lo eligieron sólo porque tuviera un cuarenta y cinco, de pie quería decir. Y lo mismo debe pasar con Darek. ¿Lo eligió nuestra bióloga de referencia por sus valores culturales o por su peso en oro? Esas cosas importantes son las que nunca se saben. Verdad es que hubo hasta quién dijo que su negocio era de andar con el microscopio puesto, casi como aquello que nos enseñaba Boris en su época marciana con papá Sardá de testigo.



Mejor retratados
Aunque en esta tierra sacrosanta lo hemos sabido casi todo, hasta qué no llevaba la niña de La Piqué en el baúl de mamá. A Galiardo, mucho antes de estar llenando de “Humo” algunos teatros nacionales, lo retrataron como un adán de andar por casa. Y emergiendo de los lodos nacionales, al niño de Cristina Blanco, a Miguelito de los ángeles, embarrado y marcando el paso en aquellos tiempos que se codeaba con los Pe. En estos días sin gloria se habló hasta del secreto mejor guardado de los Mohedano. Y menos mal que apuntaron que el manager lo llevaba bien, que de quejarse nada. Buena se habría puesto doña Rosa. Y a Sergio Ramos, pelotero blanco, un yogurt natural y desnatado, con una zapatilla deportiva como todo atuendo sobre su cosita merengue-
Y de cacho a cacho y tiro porque me toca. Ese debe ser el secreto que se guarda Adrien Brody, el novio de Elsa mientras se come unos bombones que sólo Nestlé sabe cómo. Una leyenda urbana relaciona el tamaño de la nariz con el del Universo, que ya deberían saber es finito pero ilimitado.

miércoles, 30 de mayo de 2007

Sexo duro en campaña

Sexo duro
Cierto que el asunto no tiene ni punto de comparación con el programa de Tania Derveaux que prometió una mamada a los cuarenta mil primeros electores que la votasen. Y a ellas que les den. Verdad que los belgas, por eso de ser trilingües, deber tener como un plus de facilidad para cumplir estas promesas. Pero me temo que tampoco, que a sus veinticuatro añitos, si algo ha entendido es que las tales no se hacen para cumplirlas. Una pena, hubiera sido un modo diferente de llenar su agenda. Estos planteamientos todavía no cuadran en las de nuestros candidatos. Aunque igual estamos en el camino. Recordarán que Esperanza Aguirre ya declaró su predilección por el sesenta y nueve en plena precampaña. Otra opción es regalar estampitas de San Jorge, que es la especialidad de José Blanco, el secretario general del PSOE, a candidatos como Rafael Simancas, papaíto Rafael, y a Joan Ignasi Pla, que iba por Valencia, pero comprenderán que no tiene punto de comparación. Y además me temo que con San Jorge, lo que diga la COPE irá a misa. Se creería que con Montilla en la Generalitat el negocio estaba hecho.

lunes, 28 de mayo de 2007

Cuaderno de campaña: promesas de amor eterno y de lo que sea

Cada día admiro más a José María Aznar aunque a días se pase cuarto y mitad, pero es que los poetas son así. Y es que si lo suyo no es pura poesía (aunque el maestro Caballero Bonald no lo trague por esas guerras que nos legó) todo lo demás son cuentos. Aunque nadie dijo que la poesía sea cosa de pacifistas. Ya ven, Garcilaso, si no clavaba una espada en lo más hondo de un pecho, tampoco era capaz de componer una égloga, un soneto a lo mejor; ya saben que un soneto lo escribe cualquiera.
Pues bien, a lo que íbamos, uno, cuando creía que lo más que vería en la última campaña electoral sería la promesa de ZP a los trabajadores de Delhi en plan cantar de ciego; se encontró de bruces con la más hermosa declaración de amor de los últimos siglos electorales. Si Ana Botella no le hubiera negado los labios en el último momento (pero ya saben que la doña es mucho de guardar las formas) y ambos hubiesen dado rienda suelta a su pasión de funcionarios públicos en excedencia -¿O será en excelencia?- el gesto hubiese pasado a la historia política amorosa de nuestra nación. Aunque dios me guarde de declaraciones públicas de amor y lealtad eternos. Todavía recuerdo la propia de Muñoz, reafirmando su vida en pareja con la Zaldívar, y días después a la señora quitándose la espinita del desamor y los recuernos, desgañitándose en directo en televisión, y sin cobrar, que es más grave. Claro que lo de Ana y José –como lo llama ella- no tiene ni punto de comparación, en casa de los Aznar las bolsas de basura son para lo que deben ser. “Y ahora que somos abuelos quiero reiterar mi amor ante testigos”, dijo este poeta con look de pijo de Carabanchel Alto, y que si hubiese vivido en tiempos de Primo de Rivera hubiera terminado de miembro de la Generación del 27. Pena que su niña se casase con Alejandro. Ya me cuidaría yo de dejarlo sólo en las carreras y menos en compañía de Il Cavalieri, que ya saben que –sin Viagra o con él, Menen aparte- se monta las reuniones de trabajo en grupo.
Claro que el premio a la promesa del año en esto de los negocios de lo duro si dura dos veces duro, debe llevárselo Nadal Galiana, el candidato socialista en el pueblo alicantino de Finestrat, que conociendo por dónde va el agua al molino y cuales son las necesidades de su electorado –digo yo que lo habrá basado por lo menos en un estudio de mercado- está por financiar el gasto contra disfunción eréctil. Eso es preocuparse por un pueblo satisfecho y lo demás son cuentos. O poesía, como ya dijimos. Y por si llega el caso también promete píldoras anticonceptivas de emergencia. Es lo que se dice pensar en todo. O en casi todo, que algo tendrán que aportar los electores y las electoras, o se creían que ya estaba todo hecho.
Mejor fue la propuesta virtual de Candi, la replicante de Paloma Sainz en Second Life. La candidata del PSOE a la alcaldía de Oviedo se ha codeado virtualmente y para la ocasión con Hillary Clinton y la entristecida Ségolen. Ahí sí que puede prometer lo que quiera, es gratis, sin problemas, casi como en la vida real. Por lo menos no le pasará lo que a Pilar Sánchez, candidata socialista en Jerez de la Frontera (Cádiz) que se tomó tan en serio lo del cambio radical, que sus paisanos creyeron que se presentaba al puesto miss Jerez. Tuvieron que sustituir toda la cartelería para tratarla de las secuelas propias de abusar del Photoshop.

miércoles, 23 de mayo de 2007

Odiar a la Pantoja

Se ha puesto de moda odiar a la Pantoja, la carcelera de España. Verdad es que ha hecho méritos. Quizá los que más Jorge Javier y Carmen Alcayde, los del Tomate. La compi de máster de Letizia hace el papel de mosquita muerta pero en cuanto puede mete la pulla.
Reina en el país de los tuertos Pepa Jiménez, apaña exclusivas que no le perdona a la tonadillera que tiempo ha, cuando trabajaba para Agustín Bravo en Canal Sur, la dejara en evidencia y le tapara, por lo menor durante treinta segundos, su boquita de piñón fijo.
Ángela Portero, de KORPA y tiro porque me toca, también juega fuerte. Aunque no tanto como Mila Ximénez, que transpira un concentrado de odio sin suavizante. Se la comería con papas si pudiera. Rompe moldes Jesús González, el reciente novio de Sandra, una de las musas de Gran Hermano, ex amigo de Kiko Rivera y que promete, mientras le paguen, vengarse del niño. A estas alturas uno se queda con la Patiño, pequeñita y peluda, aunque menos que Platero, que se jacta de no mezclar las churras con las merinas, el trabajo con las amistades. Y no como Lydia palabra de honor, otra

Destino Malasia:

A Marbella le vendría bien que se le apareciera una virgen. Y no hablo por Yola Berrocal que se postuló de alcaldesa con promesa de silicona para todas. Y para todos. Mientras Yola toma posesión nos quedamos con Paulino Plata, del PSOE, que quiere poner su trasero, hasta ayer turístico, en el sillón que pisaron con garbo y caradura Jesús, Julián y Marisol. Con su permiso espero sentado un autobús que me llevará por la ruta Malaya. El que no saque partido de este vodevil con tintes inmobiliarios que venga Roucco y lo santifique. Y si tiene que pedirle permiso a Benedicto que se lo pida, servidor se ha quedado más tranquilo desde que sabe que a los narcotraficante les espera el infierno, palabra de Papa. Mientras espero me reafirmo en que si la carcelera de España se hubiera comido un veinteañero, que es lo que dice la publicidad, estas cosas no le habrían pasado.
Y el minibús que no llega a la parada cercana a la Cafetería Marbella. Otra vez me monté en uno que me llevó a Ambiciones, a la finca torera de los Janeiro en la sierra gaditana de Prado del Rey. Me corrí de gusto –perdón, que hay menores a la vista y esto no es un corto de Pepe Catman, director andaluz de cine porno- con la fotografía que adornaba el salón del cortijo: Jesulín llamaba por el móvil desde el centro de la plaza, desde donde otros brindan los toros. Don Jesús acaba de retirarse. Fue en la plaza de toros de Jerez. Le dieron una oreja, que no es poca cosa. El rabo se lo llevaría puesto. El autobús es blanco, como el candidato socialista a la alcaldía. ¿Será publicidad subliminal?
Me ofrecen el viaje en taxi pero prefiero mi autobús. Nada mejor para sentir cerca a la humanidad. Y con las calores más. El bus malayo tiene pinta de pasarlas canuta en la ITV. Los encausados retratados por el juez Torres sonríen en fotocopias tamaño A4 con escaso glamour desde las ventanillas de la chochona. En mi pueblo a un minibús como éste lo llamaban así. Y al malayo, mirando las fotos, lo de chochonas le queda que ni pintado. Chochonas de armas tomar: Maite, Marisol y las Isabeles. También están Roca, el inocente, y don Julián, el hambriento. Hecho de menos a las Roquitas, las loteras, esas muchachas tocadas por la varita de la suerte.; y a Carlitos Fernández, místico varón desaparecido dios sabrá dónde.
El bus ranquea frente a los apartamentos de Roca. El edificio me parece una pirámide como las que construyeron los faraones egipcios. Lo toco para ver si me traspasa algo de suerte para la primitiva. No pudo ser, o por lo menos no duró todo lo que hubiera deseado. Lo mejor de la travesía llega cuando recala en “La Pera” para ver la chabolita de “Mi gitana”. “De aquí salieron presos Julián y Maribel”, dice mi compañera de excursión. “Son las cosas del amor”, le digo yo. “Amor al taco –pienso-, como diría César Cadaval de Los Morancos. Me cayo porque el fervor pantojista de mi compi me hace temer lo peor si descubre mi interés periodístico. En la puerta del chalé una manada de periodistas hace guardia por si Kiko sale a comprar tabaco.
En las ventanas del Hotel Guadalpín se reflejan las pocas nubes primaverales que alivian el sol marbellí. La comisaría de policía y los juzgados se incluyen en el billete. Pasamos rápido no sea que al juez Torres le dé por preguntar. Y servidores ni bolsas de basura, ni comisiones por mover papeles, ni relojes ni boleros… ¡Vaya cuadrilla más triste!

miércoles, 9 de mayo de 2007

La caquita de la infanta Sofía

Y la niña hizo pipí. ¡Qué monada!, dijeron al unísono todas las visitas. Y siendo tan lista como mamá no llora ni por las noches. Duerme cual lironcita real. Mamá puntual le da la teta ¿O no? ¿O las princesas tienen los pechitos para otros menesteres? Las presentadoras no, que yo me conozco a una que es del club de la Gota de Leche, leche de presentadora de televisión, es de suponer. Y la niña se hizo caquita, mierda real. Suena mal, pero en fin. Y la caquita real será azul. ¿O no? Cuánto ha cambiado todo. En los cuentos ni las infantas ni los príncipes hacen esas cosas. Las princesas tampoco. Un osado periodista hace guardia junto al contenedor al que llegará el presente. Son los riesgos de la profesión ¿A qué olerá la caquita real? ¿Lo sabrá Peñafiel? Lo mejor es que escriba otro libro. ¿Y la prima tiene dientes? ¡Vaya niña más graciosa.
“Felipe, mi rey, ¿Le cambias el pañal?” Los reyes modernos ya no son lo que eran. “¿Preparaste el bibi?” Los príncipes de estos cuentos saben hasta que después de la toma hay que coger a la nenita y darle unos golpecitos en la espalda. Piiiii… Plaff… Anda, un pedito. Pedo real y con dotación presupuestaria, por supuesto. Los cuentos ya no son lo que eran.

Sofía Borbón Ortiz: No somos más tontos porque es imposible

Asisto atónito al circo monárquico, perdón quise decir mediático. Las autoridades deberían conceder al pueblo ocho días de fiesta y otros tantos de corridas –ustedes ya me entienden- como antes, cuando los reyes eran reyes y el circo no estaba en decadencia. En mi salón de golpe y porrazo me crecen los Dolce Vitas, los Cantizanos y el pelotón de reposiciones que presenta la dulce y separada musa de Marina d'Or. Manda huevos la actualidad, el interés informativo y la relevancia de los papás de la criatura.
Ese mismo día y a esa misma hora seguro que nació alguna princesita más. Siempre hay quien goza de esta coincidencia y tiene su minuto de gloria. Es gratificante saber que ambas tendrán el mismo horóscopo, el mismo ascendente y hasta la misma carta astral, palabra de Aceves, el mago. Pero sólo una de ellas tendrá, digan lo que digan los astros, el futuro y la exclusiva garantizados. Las ventajas de caer de pie y con corona.
Pero el abuelo se hizo esperar. ¿Y quién le pone hora al Rey? ¿Dónde estabas abuelo? ¿Cazando osos borrachos? De visita privada, dijeron; descansando, apostillo su casa, la Real. ¿Cómo? ¿Pero tendrán los reyes agenda privada? Amando de Miguel redice en la COPE que no. Y ya saben que en la casa del señor no dicen metiras.
A lo mejor don Juan Carlos se enfadó por el nombre. Esas cosas pasan. Quizá todo fue por eso. Sofía, como su abuela, una reina muy profesional. El adjetivo quiere decir más o menos que ha tragado mucho sin rechistar. Para eso le pagan ¿O no? ¿Y quien cobra más Rajoy o la Reina?

El abuelo ausente
Y el Rey siguió sin aparecer. Y el personal esperando. ¿Estará enfadado de verdad? Y cuando fue a la clínica casi ni saludó ni a los periodistas; a los tristes periodistas que querían regalarle unos patucos ¿Y no la podrían haber llamado Juana? Ese nombre tiene solera e historia. Seguro que hasta a los de la Memoria Histórica, que son más bien rojillos, les habría gustado. Juana, como la Loca; y Felipe, como el hermoso; como papá.
¿Y el Rey dónde estaba? ¡Más allá de Rusia supongo! Ya ven, a la abuela casi le dio tiempo de ir y de volver? ¿Serán los imprevistos de quedarse de Rodríguez? Cualquiera sabe, sólo él lo sabrá. Yo sólo sé que Zapatero –otro Rodríguez- lo esperó sentado. Y Rajoy también. El más feliz fue Gallardón que tuvo tiempo hasta para tapar otro par de zanjas. ¿Y si el Rey no está no va ni dios? Y los fotógrafos pendientes. Y Cristina también tardó, liada como estaba con el cumple de Miguel: que si las velas, que si la tarta... Al final tendrán razón los que dicen que desde aquel feo a los Urdangarín nada es igual entre las cuñadas. Raro raro. Un cumpleaños tampoco es para dejar para lo último la visita a quien con un cambio de sexo podría hasta reinar. Es cuestión de hablar con Teresa Viejo para que le apañe un cambio. Y además lo hacen en clínicas privadas. Por ahí sin problemas.
¿Será verdad que en la red pública de salud no saben hacer una cesárea? Seguro que no. Y además, los de lo público son capaces de querer que las células madres se queden a disposición de quien las necesite. Eso si no pierden antes el cordón. En la privada esas cosas no pasan. Exacto. Vergüenza real les tenía que dar; pero en fin, ellos sabrán. Y las células madre a su sitio, al fresco en el Cord Blood Registry de Arizona (EEUU), como manda la tradición. Y después a rezar. Que las virgen de Atocha, protectora de los Borbones desde el siglo XVII, los ampare.

domingo, 29 de abril de 2007

El vocero rosa del régimen

El mozarrón del norte, Joselito Moreno, puede darse por contento. Si a Jaime Peñafiel, vocero rosa del régimen, le cae estupendamente, lo que piense el Rey de Francia no debe tener la más mínima importancia. Si don Jaime, que es el que entiende de esto le ha dado su bendición aristocrática rosada, ya podría darse por satisfecho. Y más sabiendo cuán selecto es el ex vocero real. A Peñafiel debemos el descubrimiento mediático de la nietísima y esa aportación a nuestra historia si no es arte que venga Tita Cervera y lo vea. Y como un favor con favores se paga, ahora, y porque puede, le ha dedicado un libro, entiéndase, una cosita con hojas que ya saben que se vende en los supermercados y otros libródromos. Todo sea por ayudar a subir los índices nacionales de lectura, aún a costa de una repija que nunca supo a qué se dedicaba su abuelo. Ella era tan moderna que siempre, incluso ahora, estuvo por encima del bien y del mal. Y seguro, que siempre tuvo clarísimo que lo suyo, y lo de su familia, era un don que había que agradecer a dios -al suyo- y a sus esbirros que lo sacaban bajo palio.

domingo, 15 de abril de 2007

Los súper abuelos más deseados del siglo XXI

Joselito Campos, nuevo señor de Meirás (¿o estos títulos no se heredan?), ha definido el de las exclusivas como “el mejor negocio del mundo”. Acaba de empezar y ya es todo un experto en economía social y nuevos yacimientos de empleo. Pero lo cierto es que debe ser verdad verdadera, porque uno, que tampoco es muy listo, entiende que sí, que siempre será mejor que coger un pico y una pala, aunque sea para enterrar las vergüenzas históricas de la familia de su señora. A Joselito no le preocupa ni siquiera el tema financiero, para eso este muchachote del norte tiene a su lado a una especialista en tales menesteres: Carmencita la bailona –y que de eso no se entere Francis Franco que se enfada-. A la musa rebelde del franquismo habrá que reconocerle que tiene la gracia en el culo, como las avispas, y ahora más que le crece a ritmo de fabada.
La nietísima tiene arte, aunque no tanto como cuando se hacía llamar princesa, seguramente por la marca de las bragas que ya le regalaría entre la admiración y la vocación su abuelito del alma, aquel dictador para el que esperamos dios guardase un huequecito en el infierno.
El abuelo consorte
Joselito, su último hombre, ya ha confesado que él en eso de las exclusivas es un mandado, servicial pero mandado al fin y al cabo; como cuando Juanito Maravillas pululaba por los camerinos del folclore nacional, mirando sin ver y como testigo ejemplar y mudo. Eran los tiempos del abuelo. En fin ella las negocia, ella las cobra y él, como un extra en la en la película de la vida de esta súper abuela de principios de siglo, hace un cameo al modo de las grandes estrellas; casi como Risto Menjide en Los Serranos. Y si no tiene que hablar mejor, no vaya a ser que meta la pata y el disgusto le estropee un buen partido de pádel, que es a lo que juegan las clases aspirantes del país desde que José Mari lo dijo. Un tío con suerte, o un abuelo consorte, que no sé qué será mejor o más adecuado. Una pena que el niñito Luis Alfonso no haya querido todavía hacerse cargo del buen mozo; aunque tampoco sabría decir si eso es infortunio o suerte. Habrá que esperar a que la niña se preste a recibir las aguas sacramentales. Entonces se escribirá otro capítulo de este culebrón hispano venezolano.
Pero quizá de todo este entuerto y aquel casamiento revistado –he creado este palabro porque no puedo decir televisado- las que más se alegraron fueron las muchachitas de su Asturias patria querida, que ya estaban hasta las ingles de aquel solterón empedernido. Si alguna lo hubiera pillado España no hubiera podido vivir con expectación y colorines esta parte de nuestra azarosa historia.
En cualquier caso, por si se equivocan, deben saber que yo, con la Carmencita que me quedo es con la que presencié en pleno corazón de África, y que ustedes pudieron ver también porque fue retratada en plena aventura en el BOE del corazón. En el continente negro tienen un recuerdo imborrable de la musa y ya -puedo asegurárselo- todos los lugareños la conocen como la masai blanca. Ese día, cuando la vi vestida de pantera, pantera rosa por supuesto, casi no pude conciliar el sueño. Sólo de pensar que un guepardo pudiera arrancarle de un tajo las piernas que nos enseñó con el permiso de la musa de Marina d’Or me ponía malo malísimo. Y en tanto Baltasar Garzón con las abuelas argentinas de la plaza de Mayo. Como siempre -y con perdón- algunos no se enteran de quienes son las que escriben la historia.

miércoles, 11 de abril de 2007

Risto ha resucitado, adiós a las vírgenes

Ahora que terminó la semana en las que las vírgenes tomaron las calles de mi querida España –me salió un poco Cecilia- voy a pararme un rato en estos menesteres. Si se me nota las secuelas del incienso me perdonan. Aunque para colocón el que cogí cuando supe que a Esperanza Aguirre le ponía el sesenta y nueve. Fue así como entendí una de las claves de la obsesión de Federico Jiménez Losantos por la presidenta. Y es que donde se ponga una niña de derechas... Y eso que todavía no ha llegado mayo, que después ya veremos. Una pena que fueran sólo los días que le faltaban para pasarse al personal por la urna. Así gana cualquiera y además se hace campaña para la prevención de las caries.
Poco después me veo a Bill Clinton, ese muchachote que nos gobernó tiempo ha, junto a Gabriel García Márquez, el amigo de Fidel, el de los Cien años, el de Macondo, el de las putas tristes, y me dicen que estaban los dos en IV Congreso Internacional de la Lengua. Al principio no lo entendí. ¿Bill, el maridito de Hillary, el del despacho oral? Fue entonces cuando sin ser Pitita Ridruejo se me apareció la virgen y entendí su presencia en el congreso de la Lengua. Él sí que sabía de qué se hablaba.

Mejor con la lengua
Y es que los académicos se las traen. Les hablas de la lengua y lo pierden todo o casi. Desde que supe que Dámaso Alonso, maestro de maestros y cronista del Veintisiete, como mejor recitaba los sonetos era sin calzoncillos, tengo la certeza de que sólo la literatura nos hará libres. Menos mal que el amigo Raúl Adolfo Hachén prepara en Rosario, en su Argentina del alma el congreso de las otras lenguas, las españolas y las indígenas Yo iría. No sé si estará Bill, aunque lo dudo; lo mejor sería invitar a Shakira, que es más guapa, más apañada y además está haciendo méritos con esas cosas. ¿O por qué creen que su último disco se llama “Fijación oral”? En esta vida nada pasa porque sí. Las casualidades se quedan para las OPAs y a lo mejor dan para comprase un pisito “manierista” en pleno entorno renacentista en Palma (¿empalma? otra vez me salió, no tengo solución), quise decir en Baleares, donde Jaume Matas. Pero créanme, él no quería, pero vio aquellos cuerpos desnudos de Ádán y Eva adornando los muros, aquellas testas en capiteles y columnas, aquella corte de ángeles con guirnaldas y escudos adornando puertas y ventanas, que no se pudo resistir y se dijo, me lo compro antes de que se le antoje a Lucía Bosé, por lo de los ángeles, ya saben.
Eso es amor al arte y no lo de Tita Cervera. Y eso que la baronesa, emulando a María, la madre de Jesús, pero mejorándola, ha tenido dos soles rubias como el sol sin conocer varón. ¡Qué cosas! Y es que donde se ponga el Espíritu Santo que se quite la aristocracia. Pero la experiencia es la experiencia. Ya ven, hasta Jénnifer López lo ha dicho al presentar su último disco: “No hubiera podido hacerlo sin vivir determinadas experiencias”. Y fue entonces cuando me quedé mirando a Marc Anthony que no quería salir en la foto. Tuvo que hacerlo cuando le preguntaron a ella por lo que tenía él para tenerla así. Y él se subió al escenario y lo señaló entre pitos y flautas. “Todo lo que hago es natural”, apostilló ella. Y me lo creí, que uno no es como Risto Mejode -gracias a dios- que es como lo llama Luis del Olmo, que ahora lo tiene de ayudante de cámara en su “Protagonista”.

La última vez de Banderas
Jennifer es bilingüe y eso ya saben que da puntos. Como ama una mujer es el primer trabajo que hace totalmente con nuestra lengua. Y yo encantado de que hagan esas cosas con mi lengua. Esta reina acaba de terminar una peli con nuestro Antonio, La ciudad del silencio, en la que se denuncian los crímenes de mujeres en Ciudad Juárez, en la frontera mejicana con los negocio de Bush. Nadie mejor que estos dos latinos para denunciarlo.
Antonio ha vuelto un año más a Málaga para cargar el trono de la Esperanza. Claro que Banderas ya ha advertido que seguramente será el último, que ya no está la cosa para ir de vírgenes, que el cuerpo se resiente, que ya no aguanta. No dijo exactamente eso, pero en fin, ya me entienden. Y es que con las vírgenes no vale cualquier cosa y después Melany hasta se le enfada.
Y además, vírgenes cada vez van quedando menos. Ya ni Mónica La Virgen, aquella gloriosa participante de Gran Hermano. Desde que la tal supo que detrás de las telarañas había vida nada fue como antes. Y es que este país ya no es la reserva que fuera.

sábado, 31 de marzo de 2007

Las Arenas movedizas

Y eso que Hacienda no ha dicho una palabra. Bueno, la mejicana sí, para mi que para evitar que Paulina Rubio, esa rubita que ni canta ni baila pero vende discos, se una en santo matrimonio con Colate en alguna playa de Cancún. Igual abren una nueva modalidad, e igual que nuestras parejas se van allá a pasar la luna de miel, se apuntan al playeo con la boda incluida. Y todo en el mismo paquete. Y no me piensen mal que ya se van por otro lado.
Claro que si hago memoria los vientos me traen que José Luis Martín Berrocal, presidente del club de fans de Sarita Montiel y ex suegro de Manolito Díaz, el mejor retrato de El Cordobés, fue condenado por enero con dos años y medio de cárcel por algunas de las cosas que en este país dan caché y selectas amistades: Un delito continuado de falsedad en documento oficial y otro contra la Hacienda Pública.
La última en este puchero ha sido la santa madre de Sonia Arenas, uno de los amores peripatéticos de Humberto Janeiro, suegro de La Campa, otra que tiene niño nuevo y cositas telefónicas pendientes: “Deja que te dé un achuchón y nos sacan en el Hola!”, le dijo el excelso patriarca de Ambiciones a la camarera mientras le zampaba cariñoso tortazo en su culo de presunta. A Carmen Martínez Pérez, que es como se llama la madre que la parió y que observarán tiene nombre de Eslava, la han pillado dándole al manubrio entre rumanos en un bareto de nombre Shonia, en el que al tonto baba que acudía pensando que allí vería a sus héroes de la tele le ponían las tarjetas de crédito mirando a Pamplona.