viernes, 2 de febrero de 2007

Aramis, acoso psicológico

El asunto es que entre Cristina Blanco y Aramis Fuster, otra que mejor canta, se han pasado por las bolas, y las dos van sobradas que para eso sólo hay que mirarles el escote, a una legión de chupacámaras que no se los salta un galgo. La Fuster, prima de bruja piruja, tiene hasta un libro negro por dentro y por fuera, como su alma habrá que entender, en el que están escritos los nombres de todos los malos malísimos, con la sublime esperanza de que se les seque el corazón a base de conjuros y magia negra. Y lo que es peor, hasta los recita en público. Si eso no es acoso psicológico que se reúna la Santa Inquisición y lo vea. Y si hace falta que Ana Rosa Quintana le preste su mañana para deliberar.

Claro que me empieza a parecer que estas dos, el mal de ojo de tenerlo lo tienen en el tercero, que no es precisamente el que dijera Losang Rampa, que lo de ambas más parece pura escatología, y hasta falta de higiene –mental- por lo menos.


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