lunes, 26 de febrero de 2007

Cuidado famoso, aduana a la vista

El mundo del cine anda revuelto. Desde que Pedro Almodóvar prefiere el futbolín a los Goyas, esto no es lo que era. Y además, con ese miedo al moro que llevamos dentro, hasta parece que han crecido las fronteras. Es que vas a subirte en un avión y la presunción de inocencia es moco de trol. Ya ven, hasta toros sagrados, como Rocky decimosexto, Silver Stallone, musculito man –no es Darek pero tiene un pase- es detenido a pie de aduana –en Australia- por llevar encima “artículos prohibidos”, nada del otro mundo, unas cremitas para que nada se ponga flácido, otros modos de consuelo. Cosa de las estrellas.
Pero el ejemplo cunde. Y desde aquella vez en la que Antonio Canales en los Estados Unidos estuvo a punto de perder la virginidad, ahora le tocó a otro de nuestros grandes: Javier Bardem, hijo de esa roja que regala capullos y se manifiesta siempre que no lo pide el pepé. ¿Será por eso?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo por si acaso no me muevo de mi casa. La última vez que salí de España estuve a punto de que no me dejaran entrar. Eso me pasa por tener los papeles que tengo. Zapatero, arréglamelos.

Anónimo dijo...

Lo de las fronteras ya es una pasada. Paso un miedo tremendo cada vez que me voy a montar en un avión y además, con tanto poli mirando, y la pinta de delincuente que tengo... No os lo imaginais.