Pipi Estrada, embarazado y con badajo colgando

Con badajo y sin badajo
Pipi Estrada, o José Manuel, que no somos íntimos, es uno de los grandes comunicadores de nuestro siglo. Lo ha dicho Galup, que lo sitúa el undécimo entre los personajes más conocidos de la España de ZP. Está casi codo con codo con el Rey. Claro que la encuesta falla, mientras al Rey sólo lo conocemos sin reina y con reina, a Pipi casi nos lo sabemos de memoria por dentro y por fuera, con badajo y sin badajo, de frente y de perfil, casi como a Francisco Umbral retratado en los noventa por Pedro Carrillo, desnudo con gafas y un sillón, tal como puede verse en la muestra Gente del libro en el espacio cultural de Caja Madrid en Barcelona. Viéndolos uno lo tiene claro: A estos mejor leerlos, ganan mucho. De Estrada conocemos hasta la marca de los calzoncillos por aquella vez, que ya es historia, cuando su santa le echó a la calle con lo puesto, algún tatuaje y poco más. Ahora se ha marcado a sangre el nombre de Myriam, ex Lucía Lapiedra de nombre artístico, que se anuncia también preñada por la gracia de dios, aunque nos tememos que Pipi también habrá hecho algo. O lo suponemos.

Lara Dibildos,ex de ex e hija de, está también embarazada. El padre, Álvaro Muñoz Escassi, es otro que mejor monta, un jinete donde los haya, al que han cogido con las manos en el sitio, y no hablamos precisamente de las riendas de una jaca cartujana. Son cosas que pasan. Y es que uno no se puede fiar de nadie. Te sacan de paseo y te meten en un lío. Y eso que Lara no está para muchos disgustos. Estos paparazzis no tienen perdón.