jueves, 8 de febrero de 2007

Érika Ortiz: De la bohemia a la ansiedad

Las últimas fotos la retrataron divirtiéndose en la noche madrileña, cuando todavía estaba de baja por enfermedad y en tratamiento de una fuerte crisis de ansiedad y estrés, aparentemente feliz y sonriente, aunque extremadamente delgada, un rasgo que ya caracteriza a todas las mujeres de la familia de la Princesa.
A punto de rehacer su vida laboral, se tomó dos días de permiso antes de reincorporarse, y el mismo día que habría de hacerlo ya saben lo que pasó.
Si la chica de la pamela roja ilusión en la espectacular boda de su hermana fue víctima de la fama, de su espíritu sensible y hasta bohemio, o incluso de saber que ya nunca sería más que la “hermanísima”, o si fueron los ansiolíticos o el peligroso tramo final de toda depresión, seguramente no lo sabremos nunca. La presencia de la policía científica en el lugar de los hechos antes del levantamiento del cadáver, o de representantes de la Casa Real durante la autopsia, cuando habían aducido no comentar nada por ser algo personal, cuentan demasiadas cosas. La vida que nunca es lo que parece.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vivir del arte en España es una chorrada. Yo quiero pintar pero el que está pintado soy yo. No me como una rosca, ni tengo una prima princesa.